Las imperfecciones en el diamante permiten construir ordenadores cuánticos.
Los centros de color en diamante son un banco de pruebas ideal para las aplicaciones del procesamiento cuántico de la información y para interacciones espín-espín. Aunque existen cientos de centros de color conocidos en un diamante, solo uno (la vacante de nitrógeno) ha recibido una atención especial. En el marco del proyecto PLACQED (Plasmonic cavity quantum electrodynamics with diamond-based quantum systems), un grupo de científicos se fijó en centros de color alternativos como las vacantes de cromo y silicio. El equipo informó de uno de los anchos de línea más estrechos de los observados en emisores a base de diamante hasta la fecha. Los resultados también mostraron que la frecuencia de transición óptica se puede ajustar mediante la tensión, lo cual hace que estos sistemas resulten atractivos para el control espectral de los estados fotónicos. A continuación, los científicos trabajaron para mostrar que la excitación óptica resonante da lugar a fluorescencia marcada mediante espín en los centros de vacantes de silicio con una alta pureza de espín. En paralelo, demostraron la posibilidad de ajustar un modo de espectro de una nanoantena plasmónica modificando el entorno de la antena de forma controlada. Esto se consiguió manipulando la colocación de una nanoestructura dieléctrica. Estos sistemas de emisor y antena acoplados de nuevo desarrollo pueden servir como banco de pruebas para circuitería electroóptica basada en plasmones. El hecho de incorporar centros de color en cavidades plasmónicas permite mejorar el conocimiento de la interacción entre la luz confinada en una cavidad reflectada y los átomos. La electrodinámica cuántica de cavidades podría utilizarse para construir ordenadores cuánticos.
Palabras clave
Imperfecciones en diamante, ordenadores cuánticos, cavidades plasmónicas, electrodinámica cuántica en cavidades