Colocar a Canadá en el marco El Dr. Christoph Sensen, de la Universidad de Calgary (Canadá), se encuentra en una posición idónea para debatir la colaboración canadiense con la UE. Es un alemán que se trasladó a Canadá hace más de un decenio y que regresa periódicamente a Alemania, con tanta frecuencia que... El Dr. Christoph Sensen, de la Universidad de Calgary (Canadá), se encuentra en una posición idónea para debatir la colaboración canadiense con la UE. Es un alemán que se trasladó a Canadá hace más de un decenio y que regresa periódicamente a Alemania, con tanta frecuencia que presume de que el número de kilómetros recorridos en avión le da derecho a billete aéreo de primera clase. El Dr. Sensen forma parte del proyecto genoma en Canadá, que comenzó en febrero de 2002. Uno de sus principales objetivos es averiguar cómo se distribuyen los genes por el organismo, y colaborar en áreas como por ejemplo la neurocirugía. Aunque sólo las universidades de Princeton y Harvard en EEUU pueden competir con el nivel de investigación médica que está siendo compilada por el proyecto, el Dr. Sensen busca periódicamente nuevos vínculos, por ejemplo el Instituto Max Planck de Alemania y diversas universidades brasileñas. Los principales vínculos de este momento se establecen con Europa, EEUU y Singapur. Sin embargo, la cooperación con los Programas Marco de la UE constituyen una de las áreas más difíciles para los investigadores canadienses, según el Dr. Sensen. Éste afirma que le asombra la falta de partidas presupuestarias destinadas a los Programas Marco de la UE en Canadá. "He comprobado que no se asignan fondos a los Programas Marco de la UE... uno de los principales obstáculos referentes a la participación de Canadá en los Programas Marco es la igualdad en los derechos de propiedad intelectual [IPR]." Es necesario tratar ambos temas, sostiene. En Canadá no se divulga lo suficiente la información sobre los Programas Marco, y las principales autoridades en materia de financiación se han decidido por otras prioridades. Con respecto a los derechos sobre propiedad intelectual se han llevado a cabo varios debates entre representantes canadienses y de la UE acerca de la atribución de los IPR. Canadá, que financia su participación en los Programas Marco, se muestra reacio a conceder demasiado poder a la determinación de los IPR del proyecto. Estas dificultades han llegado a provocar desacuerdos acerca de qué nombres debían aparecer en los documentos publicados por los proyectos. También hay cuestiones prácticas que han demostrado ser problemáticas. "Está el tema del calendario. A veces ambas partes necesitan recibir dinero, pero éste no puede asignarse al mismo tiempo," dice el Dr. Sensen. "Canadá saldrá perdiendo si nos mantenemos al margen," añade. Una de las ventajas principales de investigar en colaboración con los Programas Marco de la UE es el prestigio que supone. "No es lo mismo que realizar acuerdos bilaterales." También considera que no se justifica crear otras líneas de comunicaciones con Europa, sino que hay que explotar las ya existentes. "Siempre ha habido conexiones entre Canadá y Europa... las conexiones están ahí, pero no se dispone de un mecanismo establecido." "Importamos gran cantidad de conocimientos, pero queremos lo mismo que todos, aumentar la innovación," dice Marie-Lucie Morin, directora general de política y planificación de desarrollo empresarial internacional del ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio Internacional de Canadá. Su tarea consiste en garantizar que los investigadores, científicos y empresas de Canadá dispongan de las mejores vinculaciones internacionales. Europa desempeña un papel decisivo. Con las crecientes tendencias proteccionistas que se vislumbran en EEUU, Canadá se está volviendo más hacia Europa. A los acuerdos bilaterales que ya fueron firmados con la Unión Europea, Francia y Alemania se han sumado recientemente otros acuerdos de agencia entre Canadá, España, Dinamarca y Suiza. La Sra. Morin también destaca un factor clave para garantizar que los gobiernos provinciales, el gobierno federal y los representantes extranjeros trabajen unidos. "La cooperación tiene que basarse en el interés propio," dice. "También se han advertido algunos mensajes contundentes sobre el hecho de que no nos encontramos tan cómodos como hace 10 años... procedentes de dirigentes políticos y empresariales."
