Un informe pone de manifiesto una "alarmante" infrarrepresentación de las mujeres en la investigación industrial
La "infrarrepresentación de las mujeres en la ciencia está impidiendo la plena realización del potencial del espacio europeo de investigación y el logro de los objetivos de Lisboa," se afirma en el prefacio a un nuevo informe titulado "Las mujeres en la investigación industrial. Una llamada de aviso a la industria europea", publicado el 23 de enero. El informe ha sido elaborado por un grupo de expertos constituido por aproximadamente 50 representantes de las empresas líderes en investigación y desarrollo (I+D) y de pequeñas y medianas empresas (PYME) innovadoras, y por investigadores de alto nivel. Helga Rübsamen-Waigmann, vicepresidenta de Bayer y directora de investigación anti-infecciones, ha presidido el grupo. Los redactores del informe afirman que los resultados son "alarmantes". Sólo 50.000 de los 500.000 investigadores que trabajan en la industria europea son mujeres, y la media es del 15 por ciento en los 10 países donde los datos especifican el género. Algunos países están más avanzados que otros en este campo. El porcentaje de mujeres en la investigación industrial es del 28,2 por ciento en Irlanda y supera el 23 por ciento en Grecia y Portugal, pero el porcentaje cae al 9,6 por cierto en Alemania y al 9 por ciento en Austria. Se pone de relieve que los compromisos familiares de las mujeres son uno de los motivos principales de su limitada presencia en la investigación. "Obviamente, la falta de medidas para la atención a los niños, así como las reglamentaciones no armonizadas en la UE con respecto al permiso de maternidad/paternidad y a la atención de las personas mayores, afectan considerablemente el desarrollo de las carreras profesionales y la movilidad de las mujeres, y las coloca en situación de desventaja," sostiene el informe. Las mujeres que trabajan en la industria tienen menos hijos en comparación con otros sectores. El informe expone una perspectiva para 2010: una sociedad en la que las empresas valoren y desarrollen el talento humano y garanticen que tanto los hombres como las mujeres posean el adecuado equilibrio entre trabajo y vida personal. Esta perspectiva también espera la aparición de un equilibrio de género en los laboratorios y en la alta dirección, que refleje los papeles de hombres y mujeres en la sociedad como responsables de la toma de decisiones y como consumidores. Se han formulado las siguientes recomendaciones con objeto de utilizar la acumulación de talento femenino: - atraer a más alumnas a las carreras de ciencia e ingeniería para ampliar la base de reclutamiento; - crear estructuras de apoyo a la ejecución de políticas que permitan un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal; - recoger más estadísticas sobre la posición de las mujeres en la investigación industrial; - fomentar el cambio organizacional y cultural en la industria; - desarrollar indicadores y evaluaciones comparativas para controlar el avance efectuado en la retención y la promoción de mujeres y hombres, y comparar las consecuencias de las políticas nacionales e industriales; - compilar y divulgar ejemplos satisfactorios de empresas que han retenido a miembros femeninos de la suma de talentos europeos en I+D. Las mujeres también manifiestan un comportamiento menos positivo en lo que respecta a crear sus propias empresas. En Europa está creciendo el número de empresas de propiedad femenina, pero la tasa de crecimiento todavía se encuentra por detrás de la de EEUU. En 2001 la proporción más elevada de propietarias de PYME en la UE correspondía a Portugal, seguido por Finlandia y los Países Bajos, y la más baja era la de Irlanda. Las empresarias suelen tener empresas pertenecientes al sector servicios y no al sector industrial, y es probable que las empresas sean más pequeñas y más nuevas en comparación con las de los hombres. Hay más posibilidades de que las mujeres comiencen con una financiación más reducida que los hombres, tengan menos contactos y dispongan de menos experiencia empresarial. A las mujeres les resulta difícil acceder al capital riesgo, pero también es menos probable que lo soliciten. Las recomendaciones antes mencionadas incluyen la formación y el apoyo de mentores, y la divulgación de estudios de casos coronados por el éxito.