El proyecto EUREKA identifica la próxima generación de baterías
En respuesta a la creciente demanda de fuentes de energía potentes y portátiles, un consorcio formado por dos socios de Francia y Luxemburgo ha desarrollado una batería recargable basada en nuevos componentes innovadores. El proyecto "3D Structures" ha examinado nuevas formas de hacer electrodos, el componente que acumula la carga de las baterías de los ordenadores y de los coches. El proyecto, de seis millones de euros, ha sido financiado por EUREKA, la red paneuropea de investigación y desarrollo industrial orientada al mercado. Mientras que las baterías tradicionales descargan su energía, los componentes de zinc del electrodo forman cincatos solubles en el fluido de la batería, que se convierten después en cinc sólido durante el proceso de recarga. Estas baterías, sin embargo, tienen un periodo de vida de recarga limitado. El nuevo método desarrollado por el consorcio consiste en una sustancia de espuma cubierta con una solución de óxido de cinc conductor y nitruro de titanio, después la espuma se consume para dejar la estructura metálica de tres dimensiones. Esta estructura retiene el cinc mientras se está descargando. En las pruebas se han realizado más de 2.000 recargas sin ningún problema, dándole una duración de alrededor dos veces más que las baterías normales. Robert Rouget, uno de los directores de SCPS, el socio francés del proyecto, describe el nuevo proceso como "más barato, más rápido y más eficiente. El coste es mucho más bajo porque utiliza un equipamiento simple, como recipientes de plástico, a temperatura ambiente, y a una presión normal." Otra de las ventajas de la nueva técnica es la doble mejora en la relación potencia y peso, si se compara con los métodos tradiciones y con los diferentes tipos de baterías recargables como el plomo y el cadmio. El cinc es más ecológico, ya que existe en abundancia y es menos contaminante. Desde que se demostró la efectividad y la viabilidad del método tridimensional, una empresa de capital-riesgo especializada en electroquímica ha mostrado su interés por el consorcio. Otros inversores se han unido para financiar la próxima fase de desarrollo del producto que, en última instancia, intenta dirigirse a los lucrativos mercados europeos de coches y vehículos eléctricos híbridos.