La Comisión financia una iniciativa que mejorará la sostenibilidad de las zonas montañosas de África del Sur
Un equipo internacional de investigadores se encuentra trabajando en las comunidades de las cordilleras montañosas de África del Sur en un intento por identificar posibles enfoques a la gestión de los recursos naturales, estrategias alternativas a otros medios de vida y la puesta en práctica de políticas que mejoren el nivel de bienestar. El proyecto MAPOSDA (gestión y opciones políticas para el desarrollo sostenible en África del Sur de las cordilleras comunales y de sus comunidades) ha recibido 1,2 millones de euros de financiación de la EU dentro de la sección "consolidación del papel internacional de la investigación comunitaria" del programa INCO2 del V Programa Marco. El equipo se compone de científicos que estudian el suelo, hidrólogos, ecologistas, agrónomos, sociólogos y economistas del Reino Unido, España y Noruega, e investigadores de las universidades de Suráfrica, Lesoto, y Botswana, los lugares donde se realizan los estudios. El proyecto está siendo coordinado por la Universidad de Gales, en Bangor. El doctor Gareth Wyn Jones desde su centro de estudios de zonas áridas informó a Noticias CORDIS: "La naturaleza innovadora de este proyecto ha sido ampliamente reconocida. La solución a los problemas a los que se enfrentan las comunidades que viven en las zonas montañosas depende de la comprensión que alcancemos en los temas socioeconómicos y de biofísica." A partir del análisis de los efectos del cambio climático en las comunidades de las cordilleras, realizado por un equipo entre 1997 y 2001, el proyecto actual pretende obtener iniciativas prácticas, tecnologías y políticas que mejoren el bienestar de las personas que viven en estas áreas. La estrecha cooperación con las comunidades y con sus gobernantes se considera crucial para el éxito del proyecto, por lo tanto el equipo debe evaluar las necesidades y las aspiraciones particulares. Un de los enfoques diseñado para promover el espíritu de cooperación consistió en la organización de reuniones de consulta a las que asistieron numerosos miembros de la comunidad, antes de que las actividades dieran comienzo en las zonas montañosas de Pelaneng-Bokong, en Lesoto. Aunque el trabajo para identificar los enfoques sostenibles tan sólo comenzaron en agosto de 2002, en Pelaneng-Bokong, el proyecto ya ha dado sus resultados. Las pruebas alternativas de cultivos han comenzado, los estudios hidrológicos han trazado los vínculos entre las áreas naturales vulnerables y las alteraciones que afectan a las personas, y se han planteado recomendaciones prácticas para abordar una serie de temas. Estas medidas incluyen sistemas que limitan la contaminación local, estrategias para maximizar la recogida de agua de lluvia, una mejor gestión de rebaños y manadas, y otras fuentes alternativas de ingresos, incluyendo el turismo ecológico, las plantas medicinales y los productos medioambientales. El equipo ha concienciado también a la comunidad sobre las consecuencias de ciertas acciones que afectan a la viabilidad y a la calidad de vida. Por ejemplo, la utilización de la leña como combustible puede eliminar la protección vital de las semillas germinadas, amenazando a los futuros recursos de combustible y alimentos. El uso de combustibles alternativos podría eliminar la necesidad de viajar pare encontrar la leña, por lo que se ahorraría un tiempo y una energía que se podrían emplear mejor en otras actividades alternativas que generan ingresos. Otras actividades similares se desarrollarán también con las comunidades de Namaqualand, Suráfrica, y en la región Kalahari de Botswana. El doctor Wyn Jones explicó a Noticias CORDIS la forma en la que él espera que este proyecto beneficie a las comunidades participantes: "A la hora de cooperar con las comunidades, debemos identificar las opciones que mejoren su bienestar y actuar de enlace entre ellos y los responsables políticos de los países involucrados."