El escepticismo del público obliga a las empresas de biotecnología a abandonar la UE
La Comisión ha advertido de que los "miedos y los prejuicios injustificados" de los ciudadanos relativos a las aplicaciones de la biotecnología en la agricultura y los alimentos son la causa de que las empresas de biotecnología abandonen la UE. La encuesta del Eurobarómetro "Los europeos y la biotecnología 2002" revela que el 44 por ciento del público cree que la biotecnología mejorará sus vidas, en comparación con un escaso 17 por ciento que no piensa así. Sin embargo, mientras que las aplicaciones médicas de la biotecnología son respaldadas rotundamente, la mayoría de los europeos no apoyan las aplicaciones agroalimentarias, tachándolas de "peligrosas". El rechazo a la biotecnología aplicada a los alimentos y la agricultura ha originado la caída en un 76 por ciento de las pruebas de campo de los OMG en la UE, y un 61 por ciento de las empresas privadas de biotecnología han suspendido los proyectos de investigación en OMG durante estos últimos cuatro años. El Comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin, reaccionó al informe, declarando que: "Si no invertimos la tendencia ya, después no podremos obtener los beneficios de la revolución de las ciencias de la vida y seremos dependientes de las tecnologías que se desarrollan en cualquier otro lugar. Ahora que por fin se está aplicando una legislación comunitaria estricta en este ámbito, no existe razón alguna para los miedos y los prejuicios injustificados." La oposición de los ciudadanos a los cultivos de transgénicos en la UE es más marcada en aquellos países donde los gobiernos apoyan la moratoria de facto sobre las nuevas autorizaciones de OMG: Francia, Italia, Grecia, Dinamarca, Austria y Luxemburgo. El apoyo mayoritario a los alimentos transgénicos se da únicamente en cuatro países: España, Portugal, Irlanda y Finlandia. En términos de la confianza que los europeos depositan en los diferentes expertos en biotecnología, el 70 por ciento confía en los médicos, investigadores universitarios, y organizaciones de consumidores y de pacientes; alrededor del 55 por ciento tienen fe en los científicos de la industria, la Comisión, las tiendas y las granjas; y menos de la mitad de los encuestados expresaron su confianza en sus propios gobiernos y en la industria en general. El señor Busquin recalcó que "Debemos continuar abogando por un debate racional y consciente sobre biotecnología para que los europeos sean capaces de realizar elecciones conscientes. Sin pruebas científicas sólidas, el debate siempre se tergiversará." La encuesta del Eurobarómetro se basó en una muestra de 16.500 europeos, aproximadamente 1.000 en cada Estado miembro. En ella participaron también los principales agentes de biotecnología de Europa, incluidos los centros públicos de investigación, las universidades, las empresas de biotecnología y las pequeñas y medianas empresas.