La OCDE reclama un esfuerzo coordinado para hacer frente a las enfermedades infecciosas
Es necesario tomar medidas apropiadas y superar barreras para que la investigación en ciencias de la vida afronte el problema de las enfermedades emergentes y olvidadas, según afirma una nueva publicación de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). La publicación, "Biotechnology and sustainability - the fight against infectious diseases" (Biotecnología y sostenibilidad: la lucha contra las enfermedades infecciosas), consiste en diversos estudios de casos que aprovechan las lecciones aprendidas gracias al uso de la biotecnología, la genómica y la informática en la lucha contra las enfermedades infecciosas. La publicación también se basa en las reflexiones de un grupo de expertos, durante una conferencia de la OCDE en octubre de 2002, sobre el tipo de entorno de investigación y desarrollo necesario para tratar la actual crisis sanitaria global. La crisis es de una notable envergadura: más de 17 millones de personas mueren cada año a causa de enfermedades infecciosas, muchas de las cuales son emergentes u olvidadas. A lo largo de los últimos 30 años han surgido alrededor de 30 enfermedades infecciosas, siendo la más reciente el SARS (síndrome respiratorio agudo severo). En el prólogo a la colección de estudios de casos, el secretario general de la OCDE, Donald Johnston, destaca la necesidad de localizar áreas en las que no se está actuando y de centrarse en un programa específico de investigación capaz de satisfacer necesidades globales. "Es una evidencia palmaria que nuestra comunidad global debe esforzarse más para hacer frente a los costes humanos, sociales y económicos de las enfermedades infecciosas". Los estudios de casos muestran que el despliegue de la genómica en la vacunología inversa y el diagnóstico biomédico, al igual que otros avances en ciencias de la vida, se hace difícil cuando tiene que afrontar la inexistencia de incentivos de mercado y una coordinación insuficiente. Por encima de todo, empero, el informe señala que es la escasamente eficaz cooperación internacional la que ha obstaculizado el desarrollo de tratamientos viables contra enfermedades como la malaria, la tuberculosis y el sida. Sin embargo, en los últimos años se ha creado una serie de iniciativas para mejorar las acciones coordinadas en el campo de las enfermedades infecciosas. Un buen ejemplo de esta clase de acciones es el Programa de ensayos clínicos Europa-países en desarrollo (EDCTP), que se propone desarrollar fármacos de coste asequible para tratar el sida, la malaria y la tuberculosis mediante un nuevo tipo de asociación entre Europa y los países en desarrollo. El presupuesto quinquenal del programa asciende a 600 millones de euros, 200 millones de los cuales proceden de la UE, 200 millones corresponden a los programas nacionales de investigación y 200 millones son aportados por el sector privado. La publicación menciona diversas formas en las que puede aprovecharse mejor el potencial de las ciencias de la vida. Algunas de las medidas consisten en introducir métodos mejor coordinados para evaluar los programas de tratamiento e investigación; trazar un mapa de los "huecos" y los "solapamientos" de las iniciativas actualmente en curso; reevaluar las estructuras y las filosofías de gobernanza empresarial vigentes en las entidades públicas y privadas dedicadas a las ciencias de la vida, y utilizar procesos de detección precoz. Dado que los países de la OCDE llevan a cabo más del 95 por ciento de la investigación científica básica, la publicación extrae la conclusión de que recae en estos países la responsabilidad de buscar prácticas sostenibles para hacer frente a las enfermedades infecciosas.