Italia necesita invertir más en I+D para conseguir el objetivo del tres por ciento
Italia podría tener dificultades en alcanzar el objetivo de Barcelona de gastar un tres por ciento del PIB en investigación y desarrollo (I+D) para 2010. Ésta es la conclusión a la que ha llegado Giorgio Sirilli, director de Investigación del Instituto de estudios de investigación y documentación científica del Consejo nacional de investigación italiano (CNR-ISRDS). Según los cálculos de Giorgio Sirilli, el crecimiento del sector público tendría que mantenerse a un ritmo del 9 por ciento anual mientras que el sector privado debería alcanzar un crecimiento del 18 por ciento anual para lograr el objetivo fijado por los gobiernos de la UE en 2002. Para Sirilli esto no es posible ya que el gasto en investigación y desarrollo, según indican las estadísticas oficiales, ha descendido del 1,07 por ciento en 2000 al 1,04 por ciento en 2002 y añade que este descenso en el gasto va acompañado por factores estructurales, como la insuficiencia de recursos humanos, el pequeño número de industrias de alta tecnología y las restricciones impuestas por la escasez del gasto público. Sin embargo, considera que si hubiera mayor inversión pública y privada, y aumentaran los salarios de los investigadores, la situación podría mejorar y podría progresar la proporción al 1,6 por ciento en 2010. En un intento de garantizar la gobernanza de la investigación científica y de impulsar el gasto en I+D, el Gobierno italiano ha definido un paquete de orientaciones sobre ciencia y tecnología. Las orientaciones están basadas en el plan de investigación nacional 2003-2006 y la amplia consulta a todos los agentes del sistema italiano de investigación: la comunidad científica, universidades, organismos públicos de investigación, empresas y sindicatos. A través de la puesta en marcha de estas normas, el Gobierno italiano se propone incrementar la inversión pública en investigación al 1 por ciento del PIB, lo que significaría un incremento de la inversión pública de más de 14 millones de euros en el periodo 2003 a 2006. El Gobierno italiano confía en que el incremento del gasto público determinará automáticamente más inversión privada, allanará el camino para la consecución del objetivo de Barcelona y revitalizará la infraestructura nacional de investigación.
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Italia