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Seminario sobre los desafíos de I+D a los entornos de trabajo en colaboración

¿Se beneficiarían los ciudadanos europeos de la existencia de entornos de trabajo en colaboración paneuropeos, apoyados por la última tecnología? De ser así, ¿Cuáles son los desafíos de investigación y desarrollo que hay que afrontar en el VI Programa Marco (VIPM) para que est...

¿Se beneficiarían los ciudadanos europeos de la existencia de entornos de trabajo en colaboración paneuropeos, apoyados por la última tecnología? De ser así, ¿Cuáles son los desafíos de investigación y desarrollo que hay que afrontar en el VI Programa Marco (VIPM) para que esto sea una realidad? Estas son las cuestiones que se abordaron en un seminario de la Comisión Europea, celebrado el 25 de junio en Bruselas, sobre trabajo electrónico en colaboración, en el que participaron 200 personas. La Comisión estima por su parte que las nuevas formas de colaboración a gran escala beneficiarán a todos los ciudadanos europeos, declaró Isidro Laso, Director científico de la Unidad "Nuevos entornos de trabajo" de la DG Sociedad de la Información, a Noticias CORDIS. "Pensamos que las tecnologías y las aplicaciones que permiten nuevas y eficaces formas de colaboración no sólo fomentarán la creatividad y aprovechará la diversidad europea, sino que incentivarán los niveles de innovación en Europa", comentó. El trabajo electrónico en colaboración es, sin embargo, un concepto nuevo para la Comisión y, de forma generalizada, para Europa. Otro de los motivos que llevaron a la organización de esta manifestación en Bruselas fue, por lo tanto, permitir a los responsables políticos, investigadores y representantes empresariales conocer mejor las actividades sobre trabajo electrónico en Europa y fuera de ella. Una iniciativa de este tipo presentada a los delegados fue el proyecto "Zamora: a hot city" dirigido por la empresa madrileña Wireless & Satellite Networks SA (WSN). WSN fue la primera empresa en ofrecer un servicio de Internet sin cable a la ciudad española de Zamora mediante la red "Afitel" en junio de 2002. Esto supuso para los usuarios un acceso ilimitado a Internet de alta velocidad desde su ordenador, su portátil u otro dispositivo móvil desde cualquier lugar de la ciudad, incluyendo calles y parques, a una cuarta parte del coste de las tarifas mensuales de ADSL. El directivo de WSN, Ignacio Ozcariz, explicó que un proyecto de innovación como Afitel podría hacer que la conexión "a todas horas" a Internet fuera asequible para muchas más personas, lo que permitirá el surgimiento de nuevas formas de colaboración y trabajo electrónico. "El elemento principal de la mayoría de las políticas de sociedad de la información, incluido el trabajo electrónico, es el acceso universal a Internet a un coste reducido. Una vez que se logre esto, seguirán nuevas formas de colaboración en Internet. Si tomamos el ejemplo de aplicaciones como Napster o Kazaa veremos que, tras el incremento del acceso a Internet a alta velocidad y, una vez que la tecnología de archivo compartido ha sido desarrollada, estos servicios están atrayendo a millones de "colaboradores" declaró el Sr. Ozcariz a Noticias CORDIS. Identificó dos papeles fundamentales que pueden desempeñar la Comisión y los Gobiernos de los Estados miembros en la promoción de nuevas prácticas de trabajo electrónico. En primer lugar, cree que las redes sin cable como Afitel deberían ser desplegadas en Europa con ayuda pública, como cualquier otra infraestructura básica. En segundo lugar, piensa que en lugar de centrarse en la actual tecnología punta, que se desarrolla muy rápidamente y se queda en las empresas, la financiación de proyectos de investigación en el VIPM debería ir destinada a futuras tecnologías y actividades de perspectiva. Jonathan Sage, del departamento de servicios de consultoría empresarial de IBM y responsable de la coordinación de la participación de la empresa en los programas marco comunitarios, no se muestra convencido de que la colaboración electrónica pueda surgir sólo de la evolución de la tecnología. "Debemos también decidir qué tipo de colaboración y qué pretendemos obtener de ella y, además, es necesario realizar una importante investigación socioeconómica para definir cómo debe apoyar la tecnología a esas formas de colaboración que han sido identificadas", explicó. Para respaldar este razonamiento, el Sr. Sage recordó algunas de las consecuencias de un enfoque basado en la tecnología sobre el incremento en la utilización de sistemas de gestión de conocimientos: "En numerosos casos, la instalación precipitada de nuevos portales y herramientas de gestión de conocimientos no ha funcionado porque olvidamos identificar las necesidades de las personas y lo que quieren lograr." En lo que concierne a las medidas suplementarias que debería adoptar la Comisión, el Sr. Sage y su colega en IBM, Fanuel Dewever, piensan que es muy importante la promoción de normas y de fuentes abiertas. Además, creen que es esencial que los proyectos de investigación sobre el trabajo electrónico, financiados por programas como el VIPM, atraigan a las pequeñas y medianas, porque en el seno de ellas surgirán muchas innovaciones en este campo. El Sr. Dewever desearía asimismo que se prestará más atención a la aplicación de tecnologías innovadoras que surgen de proyectos de investigación financiados con fondos públicos. Con el fin de reflejar todas las opiniones expresadas en el seminario, la Comisión realizará un informe sobre las necesidades de investigación identificadas por los participantes y establecerá un grupo de asesoramiento sobre trabajo electrónico y la colaboración. La Comisión espera que esta manifestación dé, como resultado, la creación de nuevos consorcios y nuevos temas de investigación en respuesta a la segunda convocatoria de propuestas publicada por el VIPM.