Un proyecto de la UE descubre un método pionero para eliminar los antibióticos de las aguas residuales
De las 12.500 toneladas de antibióticos consumidos al año en todo el mundo, una parte importante de restos de antibióticos acaban en aguas residuales municipales y residuos agrícolas. Los científicos temen que estos componentes puedan contaminar las aguas subterráneas y el suelo y, como consecuencia, acelerar el desarrollo de resistencias en numerosos organismos patógenos. Para solucionar este problema, un proyecto de la UE dotado con 2,18 millones de euros ha desarrollado un método pionero, utilizando procesos de oxidación basados en el ozono, para eliminar los antibióticos. Financiado por la sección de energía, medio ambiente y desarrollo sostenible (EESD) del V Programa Marco (VPM), el consorcio del proyecto POSEIDON convocó a expertos de cinco Estados miembros, además de Suiza y Polonia, para realizar evaluaciones preliminares sobre la situación actual en Europa, y probar su teoría. En la supervisión de las plantas de tratamiento de aguas residuales en toda Europa, el consorcio del proyecto encontró residuos de 36 fármacos diferentes. Al mismo tiempo, los expertos del proyecto registraron también la presencia de hasta 30 tipos diferentes de productos farmacéuticos en muestras obtenidas en las corrientes y ríos europeos. Sólo en Alemania, de las muestras de aguas subterráneas obtenidas en las cercanías de las corrientes y los ríos conocidos por su contaminación, el consorcio descubrió que el 25 por ciento o más arrojaban niveles de concentración de productos farmacéuticos por encima de la media. Una vez evaluada la gravedad de la situación, los expertos investigaron a continuación métodos para el tratamiento de las aguas, centrándose en su eficacia para la eliminación de los productos farmacéuticos y los destinados al cuidado personal. Descubrieron que si las aguas residuales estaban ozonizadas, esto es, se había utilizado gas ozono para desinfectarlas, el potencial para la formación de cepas bacterianas resistentes se reducía. Esta teoría se probó por completo durante una serie de experimentos piloto realizados en una planta de tratamiento de residuos de la ciudad alemana de Braunschweig. El consorcio determinó que la disminución de las cepas bacterianas resistentes estaba directamente relacionada con la eliminación de antibióticos en agua ozonizada. El método del proyecto para eliminar los antibióticos se considera que será un descubrimiento ya que, hasta ahora, existe poca información sobre las concentraciones en el medio ambiente de residuos antibióticos, o sobre cómo eliminarlas.
Países
Australia, Suiza, Alemania, España, Finlandia, Francia, Polonia