Un estudio de innovación determina las condiciones esenciales para el desarrollo de empresas de nueva de creación de alta tecnología
Destacando el hecho de que no son muchas las empresas orientadas al crecimiento que son atraídas por las ayudas a la investigación, un estudio publicado por la Comisión Europea sobre las "vías de crecimiento de las empresas basadas en tecnología de ciencias de la vida y tecnología de la información" señala las disposiciones y condiciones necesarias para llevar a cabo la creación de empresas de nueva creación de alta tecnología. El estudio ha sido financiado por la sección de innovación del V Programa Marco y lo llevó a cabo un grupo de expertos independiente. Entre los resultados clave destaca que las empresas de nueva creación de industrias de alta tecnología en ciencias de la vida y tecnología de la información no son un grupo homogéneo de empresas, sino que su desarrollo depende del clima empresarial de la región. La disponibilidad de capital pre-semilla, los servicios de incubación y el desarrollo de una comunidad empresarial son las condiciones previas para la existencia de las empresas de nueva creación, señala el informe. "En las regiones donde las empresas de alta tecnología están creciendo y contribuyen de manera significativa al crecimiento económico, las tres condiciones se desarrollan de forma óptima. En aquellas regiones donde se fundan pocas empresas de nueva creación de alta tecnología, a pesar de la disponibilidad de la investigación tecnológica, estas condiciones son inexistentes", afirma el documento. Confiar en las subvenciones para la investigación, en vez de en el capital pre-semilla no es suficiente, según el estudio: "Los fondos [de investigación] no requieren de la creación para pasar la prueba de realidad comercial. En vez de ello, a menudo, permiten a la nueva empresa continuar sus actividades orientadas a la investigación. En resumen, la ayudas de I+D no atraen a las empresas orientadas al crecimiento." El capital pre-semilla se encuentra ahora disponible en muchos países y regiones, aunque el estudio afirma que "el intercambio de experiencias tiende a estar limitado y no existen todavía mejores prácticas." La capacidad de incubación se divide en dos categorías: la incubación física y la técnica. Un región debe contar con las infraestructuras necesarias para albergar empresas de alta tecnología. Sin embargo, esto por sí solo no es suficiente, y deberá completarse con actividades técnicas de incubación, como el escrutinio de patentes y los planes de incentivos para contratar la investigación. La tercera dimensión identificada en el estudio como una característica típica de un clima empresarial es la dimensión de comunidad: "la medida en la que los diferentes actores en una región interactúan y aprenden unos de otros." El establecimiento de una comunidad a menudo comienza con pequeñas manifestaciones como desayunos de trabajo, en los que se reúnen los miembros de empresas semilla basadas en investigación de una región determinada. Las comunidades más desarrolladas incluyen a los representantes de empresas mayores del mismo sector industrial, ya que las empresas semilla pueden aprender mucho de estas organizaciones. El estudio identifica también tres formas arquetipo de empresa de nueva creación: pequeñas y medianas empresas de tecnología, prospectores (proporcionan principalmente asesoramiento y servicios técnicos a los clientes locales), y empresas respaldadas por capital riesgo. El tipo predominante de empresa de nueva creación en una región en particular dependerá del clima empresarial. Por ejemplo, en climas de poca iniciativa empresarial, las PYME tienden a prevalecer, mientras que las empresas de capital riesgo son una excepción. El estudio proporciona una serie de recomendaciones políticas, incluida la provisión de fuentes complementarias de capital junto con subvenciones a la investigación para fomentar el crecimiento. El documento sugiere también que las regiones buscan aumentar su potencial paso por paso. "Los modelos que pretender eludir uno de estos pasos y crear una región altamente desarrollada de la nada a menudo fallan", advierte el grupo. Por último, las regiones deberían desarrollar también un modelo apropiado para el medio ambiente, y no pretender emular "modelos ambiciosos y a menudo importados de EEUU, fundados sobre una base de experiencia real bastante limitada."