Acuerdo en la Conferencia sobre la Encuesta Social Europea sobre la importancia de la dimensión paneuropea en el estudio de los valores sociales
La importancia de la Encuesta Social Europea (ESS) radica no sólo en lo que revela respecto a los valores sociales básicos en toda Europa, sino en su innovador marco organizativo y de financiación, que puede ser considerado como un buen modelo para toda la colaboración en investigación. A esta conclusión se llegó en la sesión de clausura de la conferencia para la puesta en marcha de la ESS celebrada los días 25 y 26 de noviembre en Bruselas. Creada a iniciativa de la Fundación Europea de la Ciencia, la ESS cuenta asimismo con financiación del V Programa Marco de la Comisión Europea y de los organismos científicos nacionales de financiación de 23 países participantes incluidos los 15 Estados miembros y cinco países candidatos o en proceso de adhesión. La mayoría de los participantes coinciden con el comisario europeo de investigación, Philippe Busquin, quien señaló que "la ESS es un ejemplo concreto del espacio europeo de investigación en acción", por la combinación de participantes y fondos nacionales y europeos presentes en la misma. Eili Ervela-Myreen, representante de la Academia de Finlandia, señaló, desde la perspectiva propia de un centro de financiación, que esta es la primera vez que tantos organismos de financiación nacionales han trabajado en tan estrecha colaboración en un mismo proyecto y, si bien, surgieron algunos problemas porque algunas agencias nacionales tenían diferentes calendarios, cree que ya se han solucionado en su mayor parte todas las dificultades. La Sra Ervela-Myreen mostró su satisfacción por la amplia participación de organismos de financiación en los primeros tres años del proyecto, aunque llamó la atención contra la tendencia a financiar un proyecto durante su fase piloto y luego reducir el nivel de compromiso en años sucesivos. Para evitar este riesgo, se muestra a favor de aquellos que piden que la ESS sea considerada como una infraestructura de investigación que merezca una financiación estable. Roger Jowell, profesor de ciencias sociales de la City University, de Londres, y director de la ESS, indicó que debería distinguirse entre la encuesta y los sondeos de opinión que tienden a centrarse en los cambios a corto plazo del estado de ánimo de la opinión pública. La ESS tiene un objetivo más ambicioso, que es producir datos rigurosos sobre los cambios en los valores fundamentales de los ciudadanos. En lo que respecta a la financiación pública, el Sr. Jowell comentó: "La Encuesta Social Europea" se enorgullece de su independencia, no siendo su cometido en modo alguno el de servir a los intereses de la Comisión, excepto en la medida en que un buen gobierno pueda depender de la posibilidad de disponer de datos fiables y consistentes". Durante las dos jornadas en las que se desarrolló la conferencia, los investigadores de la ESS presentaron algunos de los resultados de la primera ronda de la encuesta basados en entrevistas realizadas a cerca de 50.000 personas elegidas al azar de 23 países. Estos resultados sugieren que, en su conjunto, los europeos no confían en sus políticos e instituciones, la participación en las elecciones es baja y no existe un tejido social sólido. Por otra parte, y en comparación a otros países a nivel internacional se muestra que, mientras parece que en EEUU está surgiendo una generación de jóvenes desilusionados y apartados de la sociedad, la juventud europea parece seguir la misma tendencia de sus mayores a la hora de participar en acciones de voluntariado. Lejos de dormirse en los laureles, algunos participantes de la ESS están ya pensando en un futuro más ambicioso para una investigación social cuantitativa en Europa. Gordon Marshall, rector de la universidad británica de Reading, declaró que el próximo paso debería ser la realización de un análisis completo de grupo basado en un muestreo sobre 25.000 niños nacidos en cada Estado miembro de la UE cada equis años. A través del establecimiento de un perfil de sus características biológicas, sociales y psicológicas, los científicos podrían obtener una información precisa sobre la interacción entre los factores genéticos y sociales. El Sr. Marshall llegó incluso a proponer un nombre para este nuevo proyecto: "Estudio de grupo europeo", o ECOS (European Cohort Study). La conferencia concluyó con una nota de optimismo cuando Andrew Sors, de la DG de Investigación de la Comisión Europea, felicitó a los participantes en la ESS por los resultados obtenidos tras estos tres años y les deseó el mismo éxito para el futuro.