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El uso de organismos genéticamente modificados es aún una cuestión delicada en la UE

El 11 de febrero el gobierno alemán aprobó un proyecto de ley que unifica las leyes comunitarias sobre el cultivo y la exportación de organismos genéticamente modificados (OGM) en una ley nacional. Siguiendo el ejemplo, el gobierno británico parece dispuesto a dar luz verde a ...

El 11 de febrero el gobierno alemán aprobó un proyecto de ley que unifica las leyes comunitarias sobre el cultivo y la exportación de organismos genéticamente modificados (OGM) en una ley nacional. Siguiendo el ejemplo, el gobierno británico parece dispuesto a dar luz verde a la agricultura transgénica, a pesar del temor a las protestas públicas. En Alemania, uno de los países europeos más escépticos ante la tecnología, el nuevo proyecto de ley ha recibido duras críticas tanto de la industria de la biotecnología como de los grupos ecologistas. Agrar, la asociación alemana de la industria de pesticidas para la protección de la cosecha, argumenta que el proyecto de ley impedirá el uso correcto de las llamadas tecnologías genéticas verdes en lugar de hacerlas posible, como era su intención. Friends of the Earth Germany (BUND), por su parte, ha criticado al gobierno por no hacer lo suficiente para proteger la agricultura ecológica. La Ministra responsable de Protección del Consumidor, Agricultura y Alimentación, Renate Künast, reconoció que actualmente Alemania "tiene las normas más estrictas de la UE en materia de agricultura transgénica".' La nueva ley exige a los agricultores que cultiven productos genéticamente modificados (GM) que se comprometan a mantener el nivel de contaminación cero, y establece una lista de "buenas prácticas" para la agricultura. "Si en el proceso de cultivo de OGM las cosechas tradicionales o naturales colindantes se vieran afectadas de manera adversa, la nueva ley ofrece los instrumentos necesarios para celebrar juicios rápidos", señaló la Sra. Künast en su declaración. "Esos juicios rápidos se podrán celebrar si, por ejemplo, un agricultor tradicional no consigue vender sus productos con una determinada calidad o un determinado nivel ecológico porque su cosecha ha sido contaminada por las variedades GM". Son precisamente esas normas sobre indemnizaciones las que han causado una mayor polémica en ambas partes. BUND señala que "las normas sobre cómo cultivar productos transgénicos deben ser más claras. Y la carga de prueba en los casos de contaminación no debería recaer en los propios agricultores". Ricardo Gent, de la asociación industrial para la biotecnología alemana, argumenta por su parte que las normas son extremadamente estrictas y que esto va a disuadir a los agricultores de cultivar productos transgénicos. "Bruselas abrió las puertas al cultivo de plantas genéticamente modificadas en Europa; el gobierno alemán quiere ahora cerrarla de Nuevo de un portazo", declaró el Sr. Gent, que considera que la ley en su conjunto frenará la investigación biotecnológica. Por otra parte, el Ministro Federal de Investigación y Educación, Edelgard Bulmahn, insiste en que la nueva ley "es una señal importante para la industria de la biotecnología en Alemania", ya que establece un claro marco jurídico y al mismo tiempo protege a los consumidores y a los agricultores. De manera similar, el gobierno británico parece que está a punto de permitir el uso limitado de OGM. A pesar de un estudio reciente que señalaba que la mayoría de los británicos considera que las cosechas transgénicas no deberían introducirse nunca, la Secretaria de Agricultura Margaret Beckett explica que no existen fundamentos científicos para prohibirlas. En las próximas fechas se espera el anuncio de la Sra. Beckett.

Países

Alemania, Reino Unido