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El Reino Unido debate las ventajas e inconvenientes de los ensayos con animales

La comunidad científica británica está inmersa en el debate sobre la validez de los ensayos realizados con animales, tras la reciente publicación de dos informes de signo contrario, realizados por organismos científicos de reconocido prestigio. La Royal Society ha publicado "...

La comunidad científica británica está inmersa en el debate sobre la validez de los ensayos realizados con animales, tras la reciente publicación de dos informes de signo contrario, realizados por organismos científicos de reconocido prestigio. La Royal Society ha publicado "El uso de animales no humanos en la investigación: guía para los científicos", un informe que describe la utilización de estos animales como una forma de "ofrecer a los investigadores y a los miembros interesados del público una perspectiva sobre la importancia que tiene la investigación con animales en la comprensión científica y en el progreso médico, así como sobre las normativas que lo regulan". No obstante, esta "importancia fundamental" que describe el informe anterior es rebatido por un grupo de investigadores británicos y estadounidenses que escriben en el British Medical Journal (BMJ) en nombre del grupo que supervisa sistemáticamente los ensayos realizados con animales' (RATS), que reivindica la escasez de pruebas que demuestren que la investigación con animales beneficia al hombre. El informe británico-estadounidense reclama la existencia de varios problemas metodológicos relacionados con el uso de animales en la investigación científica y denuncia que muchos de los experimentos con animales están muy mal diseñados. Entre los problemas metodológicos se incluyen los siguientes: la disparidad de especies y variedades de animales y por consiguiente, la variedad de formas metabólicas y de metabolitos en los fármacos, que puede causar diferencias en cuanto a la eficacia y la toxicidad; variabilidad en la forma de selección de los animales que se van a estudiar; métodos de aleatorización; opción de realizar terapia comparativa; matices no denunciados en la técnica de laboratorio que pueden afectar a los resultados, como los métodos para deslumbrar a la investigación privada. Según el uso que se dé a los resultados, si es que se utilizan, se puede poner en peligro la vida del ser humano, o dejar la investigación inacabada haciéndola por tanto innecesaria. Por ello, el informe reivindica que se haga una "evaluación formal inmediata" de la contribución de los estudios con animales a la medicina clínica y un análisis de los experimentos existentes. "La supervisión sistemática de la investigación con animales aumentaría la precisión de los efectos esperados del tratamiento utilizado para calcular la eficacia de los ensayos con humanos que se pretenden realizar, y reduciría el riesgo de obtener falsos resultados negativos", dicen los científicos. La Royal Society, por su parte, rechaza esos reparos. Clive Page, miembro de la academia y de su comisión "animales en la investigación", opina que: "los avances de la medicina que han permitido salvar vidas, como la vacuna contra la polio o la diálisis renal, han sido posibles sólo gracias a la utilización de animales en la investigación. La Royal Society considera que los beneficios para la medicina, tanto humana como veterinaria, justifican el uso de los animales en la investigación científica". La guía de la academia va aún más allá y señala que: "no es nada exagerado decir que casi todas las formas de los tratamientos médicos convencionales, como los fármacos, las vacunas, la radiación o la cirugía, se basan en parte en el estudio de los animales". Uno de los ejemplos que pone la Royal Society es la secreción de ácido gástrico y la producción de histamina. Los antihistamínicos se usan normalmente para curar reacciones alérgicas reduciendo los efectos de la histamina - sustancia producida como respuesta a la presencia de un alérgeno. Sin embargo, los antihistamínicos no contrarrestan todas las acciones de la histamina, como la secreción de ácido gástrico. Para evitar la gastrectomía parcial de las personas que padecen esta condición, en la década de los sesenta se realizó una investigación con animales. La Royal Society reivindica que era preciso utilizar animales porque el estudio requería la observación y el análisis de órganos vivos, en funcionamiento. "Probablemente no se habría podido comprender el papel de la gastrina y la histamina en la secreción de ácido gástrico ni se habrían podido desarrollar terapias al respecto sin el uso de animales", reivindica la guía. Los ensayos con animales acapararon recientemente los titulares británicos, después de que la Universidad de Cambridge aparcara los planes para construir un nuevo laboratorio de investigación con primates por motivos económicos. Los gastos de construcción del centro ascendieron de 24 a 32 millones de libras, en parte por las nuevas normativas sobre bienestar de los animales pero también por los costes a largo plazo e indefinidos en seguridad. Las autoridades de ordenación local habían rechazado de antemano la construcción del centro y un estudio público desaconsejaba también hacerlo, pero el viceprimer ministro británico John Prescott lo ignoró y aprobó la construcción del laboratorio "en aras del interés nacional".

Países

Reino Unido