El informe del EURAB presenta recomendaciones para fomentar la investigación interdisciplinaria
El Comité Consultivo Europeo de Investigación (EURAB) ha publicado un nuevo informe en el que se analizan las barreras existentes para la implantación de una investigación interdisciplinaria en Europa, y se realizan una serie de recomendaciones para superar estas trabas. El informe empieza señalando que "Muchos de los grandes adelantos de la ciencia se producen en los límites o intersecciones de las disciplinas. [...La] solución a muchos de los problemas complejos en áreas como la globalización, el medio ambiente, la salud, la defensa y la seguridad deben, por definición, resolverse mediante un enfoque multidisciplinario". EURAB señala la necesidad de eliminar las numerosas barreras - tanto institucionales como sistémicas - que impiden llevar a cabo una investigación interdisciplinar, si se quiere que el Espacio Europeo de Investigación fomente una investigación de vanguardia. El informe advierte que "Los sistemas de investigación incapaces de responder a las necesidades interdisciplinarias podrían dejar pasar oportunidades, quedar atrás en determinadas áreas de investigación y perder a muchos de sus investigadores más innovadores". Los problemas más graves se localizan en la base de la investigación, donde la estructura tradicional de la mayoría de las universidades, consistente en un departamento por disciplina queda perpetuada en las estructuras de los organismos de financiación de la investigación. Entre los retos a los que nos enfrentamos está la dificultad de crear nuevos programas interdisciplinarios usando sistemas de financiación creados para una sola disciplina, la debilidad de las estructuras profesionales multidisciplinarias, la falta de revistas científicas de reconocido prestigio en materia de interdisciplinariedad, y sistemas de educación no adaptados a la producción de licenciados y estudiantes de postgrado multidisciplinarios. Para hacer frente a estas cuestiones, EURAB recomienda que la Comisión adopte una estrategia fundada en cuatro áreas clave: definición de una disciplina; educación y formación de investigadores; políticas y estructuras universitarias; y financiación de la investigación para instituciones y sistemas. Respecto a la definición de las disciplinas de investigación, el informe sugiere que la reducción del número de definiciones de facto en base a las cuales se asigna la financiación contribuiría a ofrecer mayores oportunidades a la interdisciplinariedad. EURAB recomienda que a la hora de crear grupos de expertos o comités consultivos comunitarios, la Comisión se asegure de no levantar inconscientemente barreras a la investigación interdisciplinaria, y que, en el desarrollo de sus prioridades temáticas, la Comisión mantenga un equilibrio entre la necesidad de unas convocatorias de propuestas dirigidas con la necesidad de un enfoque multidisciplinario. "La investigación interdisciplinaria incluye expresamente las ciencias sociales y las humanidades", añade el informe. Con respecto a la educación y formación de investigadores, el informe señala la necesidad a nivel universitario de crear vínculos con otras disciplinas, y advierte que la sobreespecialización a nivel doctoral crea barreras laborales. Por ello, EURAB recomienda que la Comisión plantee la creación de un programa doctoral comunitario de alto nivel centrado en nuevas áreas e interdisciplinario. También debería llevarse a cabo una revisión de los desarrollos más recientes en la formación doctoral basada en la industria, y la transferencia de buenas prácticas a los programas del VIPM, y en particular, el Programa Marie Curie. Finalmente debería incitarse a las universidades a que permitieran a sus estudiantes obtener créditos fuera de su propia área de especialización. Las políticas y estructuras universitarias pueden ellas mismas constituir un impedimento a la investigación interdisciplinaria. El informe señala que "las plazas de catedrático y profesor universitario se inscriben dentro de una matriz disciplinaria [de una universidad]. Los edificios - o los pasillos de los edificios - a menudo trazan físicamente la división de conocimiento de cada departamento". Una respuesta aparentemente exitosa a este fenómeno ha sido la creación de centros de investigación virtuales, ya sea dentro de las universidades o a nivel interinstitucional. Por todo ello, se insta a la Comisión a realizar una evaluación de buenas prácticas y de los factores de éxito en los centros de investigación virtuales, prestando especial atención a su uso en el desarrollo de una investigación interdisciplinaria y de redes de excelencia. Llegado el momento de crear nuevos centros de investigación interdisciplinarios, EURAB advierte sin embargo que antes de cofinanciar dichas instalaciones, la Comisión debería sopesar por un lado costes y beneficios y por el otro la reforma o extensión de las estructuras disciplinarias existentes. De hecho un énfasis excesivo en estos centros podría "menoscabar gravemente las estructuras tradicionales de investigación basadas en departamentos disciplinares y dificultar el desarrollo de una enseñanza universitaria de alto nivel". Finalmente, en lo que se refiere a los organismos de financiación de la investigación, EURAB elogia la efectividad de programas tales como Ciencias y Tecnologías Nuevas y Emergentes (NEST), una iniciativa que fomenta propuestas interdisciplinarias altamente innovadoras y de alto riesgo. El informe propone que el presupuesto del programa NEST se duplique y alcance los 500 millones de euros, e insta a la Comisión a revisar los mecanismos empleados por los organismos de financiación nacionales y comunitarios para elaborar, evaluar y gestionar la investigación interdisciplinaria. En sus conclusiones, EURAB indica que sus recomendaciones a la Comisión se inscriben en el marco de su labor de desarrollo del potencial de investigación en las universidades, de cofinanciación y cooperación con otros organismos de financiación a la investigación, y de financiación propia de la investigación y formación asociada. "Las universidades, los órganos de financiación de la investigación y los servicios de la Comisión Europea desempeñan un papel fundamental a la hora de facilitar a los investigadores la flexibilidad y los recursos apropiados para que desempeñen su labor de investigación".