El Consejo de Sanidad considera la salud cardiaca una prioridad de la política
En el transcurso de la reunión del Consejo celebrada el 2 de junio, los ministros de sanidad de la UE reconocieron que las enfermedades cardiovasculares en Europa fueron la primera causa de muerte en hombres y mujeres de la Unión Europea, e instaron tanto a los Estados Miembros como a la Comisión Europea a impulsar la investigación y avanzar en los tratamientos. 'Los hábitos de vida poco saludables, en particular el tabaquismo, así como una dieta poco sana y la inactividad física extendida entre los ciudadanos europeos, constituyen los factores de riesgo a los que hay que enfrentarse en el desarrollo de la política nacional y europea', señaló el Consejo en su declaración. La declaración es una consecuencia directa de las distintas iniciativas que ha tomado el gobierno irlandés, que ya en el inicio de su turno de la presidencia europea había identificado la salud cardiaca como una de sus prioridades. El Ministro irlandés de Salud e Infancia, Micheàl Martin, que presidió la reunión del Consejo, señaló que confía en que las decisiones tomadas en el Consejo garanticen un mayor avance en cuestiones importantes sobre las que se llegó a un acuerdo para ofrecer una atención sanitaria de calidad a todos los ciudadanos europeos'. En una declaración independiente, la sociedad europea de cardiología (ESC) mostró también su satisfacción con el resultado del Consejo. 'Hay que felicitar al Consejo de Ministros de la UE por su visión de cómo evitar las enfermedades cardiacas. La ESC está deseando colaborar con la UE, junto con nuestros socios nacionales, para poner en acción estos importantes mensajes para los ciudadanos, los médicos y los investigadores', declaró el Profesor John Martin, presidente de la ESC. Tras reconocer que la mayoría de los problemas de corazón "se pueden evitar cambiando los hábitos de vida y utilizando la medicina de forma adecuada", el Consejo desea impulsar las estrategias de salud pública para incluir una propuesta a largo plazo dirigida tanto a la población sana como a las personas con factores de riesgo o con enfermedades cardiovasculares. El Consejo también mostró su preocupación por "los efectos perjudiciales que tiene sobre la salud cardiovascular el aumento de la obesidad y el sobrepeso entre los ciudadanos comunitarios de todas las edades, sobre todo entre los niños y los jóvenes". Por ello, el Consejo instó a los Estados Miembros a mejorar las evaluaciones del impacto sobre la salud, para conocer las implicaciones sanitarias de todas las políticas públicas nacionales, y promovió la conexión y el intercambio de información entre todas las partes interesadas. 'Un marco para una estrategia de promoción de la salud requiere un enfoque integrado, y debe ser perfecto, transparente, dirigido a diferentes sectores y diferentes disciplinas, participativo y basado en las mejores pruebas y en la mejor investigación disponibles'. Los ministros también reclamaron mayores medidas a escala nacional en la lucha contra el consumo de tabaco, dietas y ejercicio físico para reducir los riesgos cardiovasculares. El Consejo pidió a la Comisión que respalde los esfuerzos nacionales en el marco de la Acción de Salud Pública, para lo que hay que "seguir trabajando hacia el desarrollo de una política europea de alimentación y nutrición perfecta e integrada'. Del mismo modo, los ministros han solicitado a la Comisión que lance un portal de salud pública antes del año 2005.