Continúa el punto muerto de la UE en torno al maíz MG
Tras el fracaso de los expertos reguladores de la UE, el 16 de junio, de llegar a un acuerdo sobre si permitir o no que se utilice el maíz modificado genéticamente (MG) de Monsanto en la elaboración de alimentos en Europa, los ministros de medio ambiente de la UE tampoco fueron capaces de alcanzar un acuerdo en su reunión del 28 de junio sobre otro tipo de maíz transgénico, el NK603. Aparentemente los votos se emitieron de forma equitativa: nueve países a favor del uso del NK603, nueve en contra y cuatro abstenciones. Este empate se produjo a pesar de que la Comisión Europea recomendara previamente su aprobación. 'Se ha evaluado de forma exhaustiva la seguridad del maíz NK603 con respecto a cualquier posible efecto prejudicial para la salud pública, de acuerdo con las directrices internacionales, señaló la Comisión por medio de un comunicado. 'Evidentemente no existe una mayoría que respalde los OMG entre los gobiernos o el público de la UE, pero la Comisión sigue empeñada en imponerlos', señaló Eric Gall, de Greenpeace. De hecho, a pesar de la situación de punto muerto, la Comisión todavía desea aprobar la venta del maíz en el mercado comunitario. 'Es la sexta vez consecutiva que la Comisión Europea no logra convencer a los Estados Miembros para que aprueben un organismo modificado genéticamente. La Comisión quiere mostrar al público que se realiza un profundo examen de seguridad sobre los posibles efectos perjudiciales en la salud pública, pero lo que consigue es precisamente lo contrario. Cada vez es más evidente que las autoridades de Europa están profundamente divididas en el tema de los OMG,' añadió Geert Ritsema, de la organización Friends of the Earth.