Científicos de fuera de la UE expresan sus opiniones sobre el futuro de la política científica europea
La UE debe identificar los obstáculos que existen para la colaboración mundial y resolverlos, recalcaron los científicos no europeos en el ESOF 2004. Los científicos - de Japón, EE UU y Sudáfrica - a los que se les preguntó cómo creían que debía ser la futura política científica europea expresaron su temor de que la futura Agencia Científica Europea llegara a ser eurocentrista y, por lo tanto, corriera el riesgo de hacer más difícil la colaboración internacional. Kiyoshi Kurokawa del Consejo Científico de Japón explicó que en un mundo cada vez más globalizado que continuamente experimenta avances espectaculares en ciencia y tecnología, existen tres aspectos globales que deben ser resueltos: el crecimiento de la población; el estrés ambiental debido al crecimiento de la población, y la dicotomía Norte-Sur. "Ésto conforma el trasfondo que dicta la política global", dijo el Dr. Kurokawa, explicando que estos aspectos conducen inevitablemente a una mayor necesidad de cooperación científica, una política científica interconectada y, por tanto, un papel cambiante de las academias científicas. "Cualquiera que sea la estructura organizativa por la que la UE apueste, debe asegurarse de que se oigan todas las voces de la ciencia", añadió el Dr. Kurokawa, A continuación intervino Judy Franz de la Sociedad Americana de la Física señalando que EE UU espera que, cuando la UE trate de formar instituciones científicas que abarquen toda su extensión, se fomente la cooperación internacional más allá de las fronteras europeas. "Todas las regiones del mundo creen que la ciencia es importante para la innovación y que la innovación es importante para la estabilidad económica. Por lo tanto, es importante encontrar un equilibrio entre la cooperación científica y la competitividad", comentó la Dra. Franz. "Europa juega un papel muy destacado en la investigación científica pero necesita trabajar en cooperación y nosotros, los EE UU, tenemos la esperanza de que la UE no dificulte aún más la colaboración cuando las nuevas instituciones se hallan puesto en marcha". Al presentar la perspectiva en el mundo en vías de desarrollo, Khotso Mokhele, de Sudáfrica, explicó que la realidad en los países en vías de desarrollo es la indiferencia política o, como mucho, la ambigüedad frente a la ciencia. "Tenemos muchas esperanzas de que la UE modifique este estado de cosas", comentó el Dr. Mokhele. Sin embargo advirtió que mientras la UE considera a Japón y EE UU como iguales y, recientemente, ha empezado a considerar a China como un igual, pasará mucho tiempo antes de que el mundo en vías de desarrollo sea considerado como un igual. También pidió a los gobiernos de los países en vías de desarrollo que cesen en su comportamiento indiferente hacia la ciencia si realmente desean poner fin a la marginalización que se han autoimpuesto. El Sexto Programa Marco (VI PM) así como los futuros programas marco, podrían servir de palanca para impulsar la inversión endógena en ciencia y tecnología en los países en vías de desarrollo, explicó. En respuesta al discurso del Dr. Mokhele, un funcionario de la UE presente en la audiencia explicó que dentro del presupuesto del VI PM se han reservado 32 millones de euros para los países en vías de desarrollo. Habiéndose utilizado hasta la fecha sólo 17 millones de euros, principalmente porque, en muchas ocasiones, los proyectos presentados por estos países no alcanzaron el nivel requerido. "Admitimos que la infraestructura es el problema fundamental en estos países y lo resolveremos en el VII PM", prometió. También se lamentó del hecho de que los científicos europeos a menudo no conocen la existencia de estos fondos ni la posibilidad de incluir los países en vías de desarrollo en su consorcio. También pidió a los científicos de la UE que fueran incluyendo cada vez más científicos procedentes de los países en vías de desarrollo. En su exposición de una perspectiva europea, Ian Corbett, del Observatorio de la Europa del Sur, se quejó de que la mayor parte de la política europea es eurocentrista y no tiene en cuenta lo que sucede fuera de Europa. "Se trata del paradigma de que Europa es la primera", declaró. "En el momento actual Europa está demasiado centrada en la colaboración en lugar de la competitividad, lo cual resulta mejor para la economía. Espero que el Consejo de Investigación Europeo aborde el problema de la competitividad creando grupos de investigación individuales. La competitividad potencia la calidad", subrayó. Además, el Dr. Corbett añadió: "Los grandes proyectos son cada vez más a menudo transcontinentales. La política de la UE necesita tener esto en cuenta y asegurarse de que los puntos de vista de los científicos y las agencias europeas se incluyen en tales proyectos y no quedan fuera de la esfera de influencia de la UE. "Las políticas de la UE permanecen casi calladas en relación a la participación europea en proyectos internacionales, y esto debe cambiar", insistió el Dr. Corbett.