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URBan ANthrpogenic heat FLUX from Earth observation Satellites

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Datos obtenidos vía satélite ayudan a reducir el calor de la ciudad

Nuestras ciudades son cada vez más calurosas debido al calor liberado por las actividades humanas. Esto se ve agravado por las olas de calor que se producen con mayor frecuencia debido al cambio climático, lo cual altera el equilibrio energético de las zonas urbanas y, por tanto, afecta al medio ambiente local y la salud de los residentes.

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Las ciudades son mucho más cálidas que sus alrededores, porque las estructuras urbanas absorben y atrapan más radiaciones solares y térmicas que la tierra o la vegetación. Además, los sistemas de aire acondicionado, las emisiones del tráfico y la industria añaden calor al clima urbano y ayudan a crear el efecto isla de calor urbano. El calor resultante de las actividades humanas se denomina flujo de calor antropogénico (QF). El proyecto financiado con fondos europeos URBANFLUXES abordó el reto de combatir el calor de las ciudades utilizando la observación de la Tierra (OT) para identificar las pautas espaciales del balance energético urbano. Tanto la comunidad de planificación urbana como la de la ciencia del sistema terrestre necesitan datos del balance energético urbano desglosados por zonas a escala local (como barrios / superficies superiores a 100 m × 100 m) y de ciudad. Sin embargo, este tipo de información es prácticamente imposible de obtener mediante mediciones puntuales de flujos «in situ». Los satélites ayudan a identificar los puntos calientes Los socios del proyecto investigaron la idoneidad de la OT para determinar el balance energético urbano, con el apoyo de simples mediciones meteorológicas sobre el terreno. Los investigadores estudiaron el clima urbano en tres ciudades europeas (Londres, Basilea y Heraclión) y calcularon las distintas contribuciones al calor urbano de las estructuras urbanas, el aire acondicionado, los espacios verdes y la movilidad. «El objetivo fue desarrollar una metodología basada en la OT, que fuera fácilmente transferible a cualquier zona urbana y capaz de ofrecer datos de referencia del QF para distintas aplicaciones», explica el coordinador del proyecto, el doctor Nektarios Chrysoulakis. La principal cuestión a la se enfrentaban los científicos era si la OT puede ofrecer estimaciones fiables sobre el QF durante la obtención de datos del satélite a través de la extracción de pautas espaciales del balance energético urbano. El consorcio consiguió desarrollar un método capaz de obtener el balance energético urbano de sistemas de OT actuales y futuros basándose en datos de las misiones centinelas del programa Copernicus. Gracias al trabajo llevado a cabo por el equipo de investigación, los científicos pudieron utilizar por primera vez datos obtenidos vía satélite para determinar el equilibrio energético y su distribución temporal. «Ahora podemos estimar con precisión y a escala local las zonas con una gran concentración de calor y con elevados niveles de calor antropogénico», afirma el doctor Chrysoulakis. Planificación para unas ciudades más frescas URBANFLUXES incrementará el valor de los datos de la OT para análisis científicos explotando la mejora de la calidad de los datos, la cobertura y los tiempos de revisita de los centinelas de Copernicus. El proyecto apoyará, asimismo, las estrategias pertinentes para la mitigación y la adaptación al cambio climático de las ciudades. Las nuevas aplicaciones, como la planificación urbana y la mitigación y adaptación al cambio climático a escala local o regional se beneficiarán de los nuevos conocimientos sobre el impacto de las pautas del balance energético urbano en el efecto isla de calor urbano y, por tanto, en el clima urbano. Según el doctor Chrysoulakis: «Las herramientas de planificación, como los mapas climáticos urbanos, se enriquecerán con información sobre las pautas del balance energético urbano. El mapeo permite visualizar las evaluaciones de estos fenómenos para ayudar a los planificadores, los promotores y responsables políticos a tomar mejores decisiones sobre la mitigación y la adaptación al calor urbano». Esto dará lugar al desarrollo de herramientas y estrategias de planificación sostenibles para mitigar estos efectos, lo que mejorará el confort térmico y la eficiencia energética en las ciudades mediante la reducción de los puntos calientes QF.

Palabras clave

URBANFLUXES, balance energético urbano, flujo de calor antropogénico (QF), isla de calor urbano, observación de la Tierra (OT), clima urbano, planificación urbana

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