Un proyecto de la UE insta a los Estados Miembros a diseñar una política de alimentación para las personas mayores
Los Estados Miembros de la UE deben diseñar políticas de alimentación para la tercera edad, según la experta italiana en envejecimiento Stefania Maggi, cuyo proyecto, financiado con fondos comunitarios, ha revelado unos malos patrones alimentarios en diferentes países de la UE, que propician la aparición de enfermedades cardiovasculares, cáncer y osteoporosis entre las personas mayores. En el seminario sobre alimentación y envejecimiento organizado por la Comisión Europea, celebrado el 29 de noviembre en Bruselas, la Dra. Maggi advirtió que cada vez existen más pruebas de la relación existente entre la malnutrición y la pérdida de independencia en la tercera edad. 'La atención primaria juega un papel fundamental en esta situación, señaló la Dra. Maggi. 'Los médicos de cabecera de la UE deben subrayar la importancia de la alimentación a sus pacientes mayores.' El proyecto NUTRAGE (Nutrición y Edad), financiado dentro del Quinto Programa Marco, reunió a seis socios de Grecia, Italia, España, Países Bajos, Suecia y Finlandia. El objetivo del proyecto era identificar las fuentes de datos sobre alimentación en la tercera edad, y la tasa de incidencia de las principales condiciones crónicas asociadas a los hábitos alimenticios (enfermedades cardiovasculares, cáncer y osteoporosis). Además, NUTRAGE trató de identificar los principales factores que determinan el estado nutricional de los mayores en diferentes países de Europa. Los investigadores estudiaron el estado de salud, el estilo de vida, factores culturales y medioambientales. Con esta información, NUTRAGE definió las posibles variables que pueden contribuir a identificar mejor el perfil de riesgo de las personas mayores (marcadores biológicos, limitaciones funcionales), así como el papel de los políticos responsables de sanidad en la promoción de la información y el conocimiento sobre la alimentación y recomendaciones alimenticias. El proyecto descubrió que existe una notable carencia de consumo de calcio y vitamina D respecto a la cantidad diaria recomendada (RDA) en la población mayor de los seis países estudiados. Además, en muchas ocasiones se observó que las personas mayores que residen en instituciones u hogares de ancianos presentan el riesgo de padecer malnutrición de energía y proteínas. Esto se debe a los problemas para masticar y tragar, el escaso apetito, la depresión y la tendencia a repartir la comida en varias partes a lo largo del día, explicó la Dra. Maggi. 'La malnutrición provoca inevitablemente enfermedades y minusvalías, añadió la Dra. Maggi. 'Cada vez más personas mayores europeas residen en hogares de ancianos, por lo que hay que resolver con urgencia esta cuestión. Sin embargo, de los seis países analizados, solamente Suecia y Países Bajos cuentan con programas de alimentación y tercera edad,' se lamentó la Dra. Maggi. 'Ambos países desarrollan en la actualidad investigaciones sobre la eficiencia del suministro de alimentos densos en nutrientes y dietas ricas en energía para las personas mayores que viven en estos centros.' 'Hago un llamamiento a todos los demás países europeos para que sigan el ejemplo y realicen más estudios de intervención, dijo para concluir la Dra. Maggi
Países
Grecia, España, Finlandia, Italia, Países Bajos, Suecia