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SOLIDUS: “Solidarity in European societies: empowerment, social justice and citizenship”

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Mantener la solidaridad en Europa

El proyecto financiado con fondos europeos SOLIDUS revisó varios actos de solidaridad en toda Europa para comprender su impacto y sus beneficios para los ciudadanos europeos.

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Tras la crisis financiera de 2008 y el periodo de austeridad posterior, Europa se enfrenta a un periodo de incertidumbre política. Según el Eurobarómetro, se ha producido un descenso continuo y firme en la confianza que tienen los ciudadanos europeos en la administración y las instituciones democráticas. De hecho, durante el último sexenio, este nivel de confianza se ha reducido en unos muy notables veinticinco puntos. Esta erosión de la confianza ha generado un vivo debate sobre el propio proyecto europeo. Según la opinión de algunos sociólogos, las desigualdades económicas y el nuevo orden mundial que han surgido tras la crisis han contribuido a que se produzca una reacción social intensa basada en la solidaridad y que se dedica a lograr una sociedad mejor para todos. El proyecto financiado con fondos europeos SOLIDUS (Solidarity in European societies: empowerment, social justice and citizenship) analizó estos actos de solidaridad que se producen en toda Europa para conocer su impacto en el empleo, la salud, la vivienda, la educación y la participación cívica. «Nuestro objetivo era comprender el impacto social de estos actos o el modo en el que mejoraron las vidas de los ciudadanos, mejorando el acceso a la sanidad o creando empleo, por ejemplo», expone Marta Soler, coordinadora del proyecto SOLDIUS. Para lograrlo, los investigadores del proyecto estudiaron los elementos comunes en estos actos de solidaridad distintos. A continuación utilizaron estos elementos para comprender mejor cómo las acciones pueden influir en la sociedad. Para dar con modos de transferir dichos elementos a escala de la Unión Europea (UE), los investigadores entrevistaron a ciudadanos europeos a fin de recabar su opinión sobre la solidaridad transnacional. Si bien el proyecto se dedicó en un primer momento a la crisis económica, se amplió más tarde para incluir otras crisis en curso. «La crisis de los refugiados comenzó tras haberse puesto en marcha el proyecto, de modo que nos adaptamos e incluimos la solidaridad con los refugiados en los casos a analizar en todos los Estados miembros participantes en el proyecto», explica Soler. Una amplia gama de estudios de casos En total se llevaron a cabo sesenta y cuatro estudios de casos sobre solidaridad en doce Estados miembros distintos. Por ejemplo, en Grecia se estudió un proyecto que ayuda a niños con problemas de oído a integrarse en la comunidad «normal». En Hungría, el proyecto estudió el trabajo realizado por Migszol, una organización política de base no registrada e informal que vigila las políticas de asilo en el país. Esta desempeñó una función importante en la coordinación de las iniciativas que ofrecían asistencia a los inmigrantes cuando cruzaban desde Serbia hasta la UE. A partir de estos estudios de casos los investigadores concluyeron que las crisis económicas y sociales vienen acompañadas de una serie de actos de solidaridad, cuya organización en muchos casos parte de los propios ciudadanos. «En general, los europeos creen que todos los ciudadanos de la UE deberían tener derecho al mismo grado de seguridad social con independencia del Estado miembro en el que viven», afirma Soler. «Esto es especialmente cierto en el caso de grupos vulnerables como los desempleados, los mayores y los enfermos». En concreto, el proyecto identificó varios factores que facilitan la huella social y política de las iniciativas de solidaridad, tales como la democracia interna, la transparencia, el pluralismo, el reconocimiento, la escalabilidad, la concienciación, la preparación y el significado. Según Soler, estos indicadores ayudan a identificar el impacto social y político de las iniciativas solidarias. No obstante, también apunta que es necesario que las organizaciones obtengan más datos sobre las mejoras que sus iniciativas ofrecen a la sociedad. Buenas prácticas en materia de solidaridad Oficialmente, el proyecto ya ha terminado, pero su trabajo continua. Un equipo de investigadores se propone ahora difundir un manual sobre buenas prácticas para lograr repercusiones sociales y políticas. «También estamos recopilando datos sobre el impacto que tienen nuestros descubrimientos en estas acciones de solidaridad y el grado en el que se están poniendo en práctica», añade Soler.

Palabras clave

SOLIDUS, solidaridad, UE, crisis de los refugiados, Gran Recesión

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