Nueva base de datos internacional para saber más sobre el cerebro humano
Siete países tienen previsto lanzar la instalación internacional para coordinar los datos sobre neuroinformática (INCF), auspiciada por el foro global de las ciencias perteneciente a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El presidente provisional del consejo administrador de INCF, Sten Grillner, del instituto sueco Karolinska quiso destacar a Noticias CORDIS la contribución que hacen las bases de datos a la bioinformática "el INCF facilitará la investigación en el campo de la neuroinformática como lo ha hecho en bioinformática". La neuroinformática ha surgido desde hace relativamente poco tiempo tras los avances en la tecnología de la información, que han permitido a científicos desarrollar métodos cada vez más sofisticados para medir y analizar las funciones cerebrales. Siete países participan en la fundación del INCF y se espera que otros, como Japón, se unan al proyecto. Los socios actuales son: República Checa, Finlandia, Alemania, Noruega, Suecia, Suiza y EEUU. Cada país pagará una aportación anual, calculada según la inversión realizada en investigación y desarrollo. Suecia contribuirá con alrededor de 120.000 euros y, EEUU, por ejemplo, tendrá que pagar mucho más. Para que el proyecto funcione se requiere un mínimo de 750.000 euros en concepto de compromisos presupuestarios, cifra que ahora está asegurada. Los socios no empiezan de la nada. Ya existen varias bases de datos en cada uno de los países participantes, y el INCF coordinará la recogida de información contenida en ellas. El doctor Grillner considera que "lo que necesitamos ahora es crear bases de datos para los subcampos que sean federados". Esto permitirá a los científicos desplazarse en diferentes niveles de análisis, por ejemplo entre el de sistemas y el cognitivo, lo cual a menudo toma su tiempo. Llegar a entender mejor el cerebro humano conducirá potencialmente a nuevos avances sobre la prevención y cura de las disfunciones del sistema nervioso, como pueden ser el Parkinson y el Alzheimer. Los resultados se utilizarán también para desarrollar nuevos tratamientos para la depresión y la esquizofrenia. El 35 por ciento del presupuesto europeo destinado a la atención sanitaria se gasta en tratamientos para enfermedades como éstas, explica el doctor Grillner, y muchas de ellas son crónicas. Además de promover la gestión conjunta de bases de neurociencias y de otras especialidades, el INCF creará herramientas de modelización y de análisis que sean acordadas internacionalmente, para el desarrollo de modelos matemáticos e informáticos sobre la función cerebral, y promoverá el desarrollo de normas, orientaciones, ontologías y herramientas de software que faciliten la interoperatividad a través de las múltiples plataformas informáticas. El primer paso es que los socios seleccionen el país anfitrión que albergará la secretaria. El proceso para la licitación ya ha comenzado y el lugar elegido se hará público el 28 de noviembre. El doctor Grillner espera que esté creada en febrero o marzo del próximo año, lo que permitirá que el trabajo real comience en ese mismo verano. La Comisión Europea ha apoyado en gran medida esta iniciativa, y ha tomado parte activa en las reuniones de planificación del INCF con vistas a convertirse en miembro de pleno derecho, pero, como explica el doctor Grillner, por razones de índole práctico no ha sido posible.
Países
Suiza, Chequia, Alemania, Finlandia, Noruega, Suecia, Estados Unidos