El gasto de la UE en enfermedades cardiovasculares podría haber ascendido a los 181.000 millones de euros en 2005
Un nuevo artículo publicado por European Heart Journal pone de manifiesto el asombroso coste de las enfermedades cardiovasculares en la UE, 169.000 millones de euros en 2003. Investigadores de la Oxford University del Reino Unido empezaron a desvelar el coste de esta enfermedad omnipresente que es la principal causa de enfermedad y mortalidad en los Veinticinco. Para situar dentro de contexto la cifra de 169.000 millones de euros, el presupuesto de investigación de la UE adjudicado al VI Programa marco (VIPM) de cuatro años se cifró en 17.500 millones de euros. El principal autor José Leal, afirmó sobre las enfermedades cardiovasculares que "hasta ahora, no había un estudio sistemático sobre los costes que evaluara la carga económica que suponen para la UE. El objetivo del estudio es ayudar a que los responsables políticos evalúen el impacto de sus políticas y establezcan prioridades en el gasto de investigación, y pone de manifiesto también la necesidad de información comparativa y precisa sobre el predominio de las enfermedades cardiovasculares, la mortalidad y los recursos de atención sanitaria en todos los países de la UE, y en su conjunto". Los investigadores llegaron a esta cifra analizando las estimaciones de toda la atención sanitaria contemplada, que incluye la atención primaria, externa, de emergencia, la suministrada a los pacientes ingresados y la medicación. Después calcularon los costes de la atención que no estaban cubiertos y las pérdidas de ganancias por motivos de enfermedad y muerte prematura. Uno de cada 100 ciudadanos de la UE ve afectada su vida diaria por la aparición de una enfermedad cardiovascular, lo que supone alrededor de unos 4,4 millones de ciudadanos en la UE, apropiándose de la mayor parte de los costes de atención sanitaria de la UE, el 12 por ciento del gasto total. En 2003, los días de hospitalización alcanzaban los 126 millones y se habían perdido 268,5 millones de días de trabajo a causa de alguna disfunción del corazón. De los 169.000 millones de euros anuales que gasta la UE en enfermedades cardiovasculares, la atención sanitaria se lleva con mucho la mayor partida, ascendiendo al 62 por ciento de todos los costes. Las pérdidas de productividad y la atención informal representaron el 21 por ciento y el 17 por ciento de los costes, respectivamente. Dos millones de personas murieron a causa de una enfermedad cardiovascular en 2003. Es interesante constatar que las enfermedades de mayor perfil (las enfermedades cardiovasculares de las arterias coronarias y las cerebrovasculares) representaron dos tercios de todos los fallecimientos, aunque sólo el 47 por ciento de los costes asociados. Esto significa que otras dolencias cardiacas menos mortales o extenuantes, como la tensión alta, suponen incluso una mayor carga económica en los Estados miembros de la UE. Sólo las muertes ocasionaron unos costes totales de la UE de 24.400 millones de euros. Los investigadores consiguieron calcular también por primera vez en el estudio los costes de la atención informal. Estimaron que 2,98 millones pacientes recibieron 2.950 millones de horas de ayuda de cuidadores voluntarios, que supone 29.000 millones de euros. Se cree que 1.375 millones de personas participaron sólo en la atención voluntaria a pacientes con enfermedades cardiacas coronarias o cerebrovasculares. Encontraron también grandes discrepancias en los costes por naciones. El Reino Unido adjudicó su mayor partida a las enfermedades cardiovasculares, un 17,1 por ciento de su presupuesto destinado a la atención sanitaria, seguido de cerca por Alemania, Eslovaquia, Estonia, Lituania, la República Checa y Polonia. Los dos países con menor gasto en atención sanitaria cardiovascular son Malta, con un dos por ciento, e Irlanda, con un 4,4 por ciento. "El objetivo de nuestro estudio no fue juzgar si los países gastaban demasiado poco o mucho en comparación con el resto", declaró el Sr. Leal. "Establecer el coste de una enfermedad no nos permite afirmar si un país gasta demasiado poco o mucho. La aplicación real es que permitirá establecer comparaciones dentro de los propios países, y en la UE en su conjunto, entre las cargas que conllevan las diferentes enfermedades, y que en potencia nos ayudará a priorizar los escasos recursos". Se reveló que los Estados miembros de la UE gastan mucho menos que EEUU. El gasto medio per capita en enfermedades cardiacas en la UE es de 230 euros, mientras que en EEUU la cifra se sitúa en los 715 euros. El coautor del artículo, Ramón Luengo-Fernández, declaró que el coste de 169.000 millones de euros en enfermedades cardiovasculares de la UE es superior a cualquier otro cálculo estimado que arrojan otras enfermedades y, de todas maneras es probable que este infravalorado. Nuestras cifran son del año 2003: si tenemos en cuenta las pautas actuales del precio de los costes médicos y la inflación de los salarios, calculamos que los costes ascienden en torno los 181.000 millones de euros en 2005. "Estudios internacionales de tanta envergadura requieren de aportaciones sustanciosas de investigación y financiación, aunque este tipo de análisis deberá realizarse de forma regular entre cada cinco y ocho años para evaluar el impacto de las decisiones políticas o los avances en atención sanitaria. Tiene, para poner un ejemplo concreto, el potencial de supervisar las medidas realizadas para minimizar la cargas de las enfermedades cardiovasculares por las políticas aplicadas como la legislación para reducir el hábito de fumar", añadió.