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Los peligros potenciales de la inteligencia ambiente

Imagínese un futuro en el que diminutos ordenadores o sensores se adaptan a usted, y en el que las cosas cambian para ser como usted quiere que sean (solo porque usted está ahí). La inteligencia ambiente, un concepto para hacer un mejor uso de las tecnologías del futuro, podrí...

Imagínese un futuro en el que diminutos ordenadores o sensores se adaptan a usted, y en el que las cosas cambian para ser como usted quiere que sean (solo porque usted está ahí). La inteligencia ambiente, un concepto para hacer un mejor uso de las tecnologías del futuro, podría hacernos la vida más fácil a todos. Este futuro de ciencia ficción no es simplemente fruto de la imaginación de un futurólogo, sino una idea que puede hacerse realidad, y que no ha sido desarrollada por Arthur C. Clarke sino por el mismísimo grupo consultivo sobre tecnologías de la sociedad de la información de la Comisión Europea (ISTAG, Information Society Technologies Advisory Group). El concepto imagina un mundo inalámbrico y perfecto en el que los dispositivos y las comunicaciones son interoperables y compatibles para hacer que los consumidores disfruten de las bondades de la tecnología (pero sin tener que hacer frente a su complejidad). La tecnología podría ser tan perfecta que usted podría comprar un coche con su teléfono móvil, sin necesitar un permiso de conducir porque el coche "conoce" su situación como conductor. Aunque las ventajas de un mundo tan ideal son claras, el proyecto SWAMI (Safeguards in the World of Ambient Intelligence, garantías de la inteligencia ambiente), un proyecto IST financiado por el VI Programa Marco (VIPM), ha examinado los escenarios potencialmente "oscuros" que podrían aparecer en un mundo con inteligencia ambiente. El grupo ha identificado cinco áreas que podrían estar amenazadas por la inteligencia ambiente: la privacidad, la identidad, la seguridad, la confianza y la brecha digital. La privacidad: si la privacidad es el derecho de regular la información sobre uno mismo, ¿cuán privado es un mundo en el que algunos hechos relacionados con usted pueden saberse antes de que usted ponga los pies en una habitación? "En un mundo con inteligencia ambiente, podemos esperar estar bajo vigilancia ('transparente') dondequiera que vayamos porque el registro y el tratamiento en tiempo real de nuestra presencia y comportamiento es el requisito previo -el 'código'- de la inteligencia ambiente", explica el informe. La identidad: ya sea a través de su ordenador, de su tarjeta SIM, de chips en su ropa o a través de sus atributos físicos, su identidad podría verse reducida de la propia expresión de sí mismo a un cartografiado digital, algo menos flexible con respecto a la forma en que usted quisiera ser visto. La seguridad: una mayor integración de diferentes tecnologías podría diversificar más la forma en que se utilizan. "Proteger la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad es más complicado en un entorno informático ubicuo que en las redes tradicionales", explica el informe. Por ejemplo, si usted estuviera en comunicación con su banco mientras se mueve, la señal entre su banco y usted podría cambiar entre diferentes redes y proveedores de red de forma ininterrumpida. ¿Podría usted tener la seguridad de que su información confidencial está protegida mientras realiza estos movimientos? La confianza: en relación con la seguridad, ¿hasta dónde confía usted que estos sistemas proporcionan servicios precisos y fiables? La brecha digital: ¿cómo puede funcionar realmente un sistema de inteligencia ambiente si no existe una infraestructura en la que se apoye? "En general, parece que la inteligencia ambiente reducirá algunos desfases aunque también aumentará algunos ya existentes o creará otros nuevos", según el informe. El informe propone tres recomendaciones generales relacionadas con el marco legal para un entorno con inteligencia ambiente y un gran número de recomendaciones específicas para abordar las cuestiones que aparezcan en un mundo con inteligencia ambiente. El equipo del proyecto SWAMI recomienda que el código de software que sustentará las tecnologías de inteligencia ambiente sea regulado al tiempo que se crea "un marco jurídico adecuado, independiente del código", para mantener las normas y la privacidad. Su segunda recomendación: cautela o precaución ante la opacidad: "En nuestra opinión, la mayor parte de los retos que se derivan del nuevo entorno de la inteligencia ambiente deberían ser abordados con herramientas de transparencia (tales como protección de datos y medidas de seguridad). La transparencia debería ser la situación por defecto, aunque también deberían considerarse algunas prohibiciones referentes a los balances políticos, las razones éticas o los conceptos legales básicos", explica el informe. La recomendación general final sugiere que la legislación debiera ser descentralizada: "recomendamos respeto por la diversidad y la pluralidad de los legisladores. Las soluciones propuestas por los diferentes actores deberían ser consideradas e introducidas activamente en el debate político. También debería vigilarse estrechamente el desarrollo de la jurisprudencia. Consultar a los ciudadanos afectados y a quienes representan a los ciudadanos (incluyendo a los legisladores) en la fase de desarrollo aumentará la legitimidad de las nuevas tecnologías", explica el informe. Finalmente, el informe cita diversas recomendaciones específicas para proteger los derechos humanos, desde la vigilancia a los implantes electrónicos, la protección de datos, la identificación por radiofrecuencia, la seguridad, la responsabilidad y la carga de la prueba. La inteligencia ambiente suena a ciencia ficción, con ideas aparentemente extraídas de una película de Terry Gilliam, la tecnología es viable, no ahora, pero pronto lo será. La tecnología de identificación por radiofrecuencia ya se utiliza para controlar los productos en los estantes, especialmente por el gigante de la venta al por menor, Wal-Mart, y el consorcio del proyecto SWAMI piensa que esta tecnología podría apoyar en gran medida la futura tecnología. El consorcio del proyecto SWAMI está formado por cinco socios: el Instituto Fraunhofer para la Investigación sobre Sistemas e Innovación, en Alemania; el Centro de Investigación Técnica de Finlandia (VTT Electronics); la Universidad Libre de Bruselas, en Bélgica; el Instituto de Prospectiva Tecnológica (IPTS), en España, perteneciente al Centro Común de Investigación de la UE, y Trilateral Research & Consulting, en el Reino Unido. El proyecto comenzó en febrero de 2005. Se pueden consultar los dos primeros informes en el sitio web del proyecto SWAMI, "The brave new world of ambient intelligence: A state-of-the-art review" y "The dark side of ambient intelligence".

Países

Bélgica, Alemania, España, Finlandia, Reino Unido

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