Impacto de la contaminación no industrial
La Comisión Europea acaba de publicar un registro de emisiones contaminantes no industriales procedentes de coches, aviones, buques y aparatos domésticos que incorpora, en contra de la práctica habitual, la contaminación "difusa" en las mediciones de contaminación, lo que permitirá en el futuro una mayor precisión y orientación en la elaboración de políticas. "El primer inventario de contaminación de fuentes pequeñas o no industriales representa una medida de protección de la salud pública y el medio ambiente. El registro ofrecerá un panorama completo de fuentes y volúmenes de contaminantes, que servirá para afinar y reforzar las políticas de lucha contra la contaminación", ha declarado Stavros Dimas, Comisario de Medio Ambiente. La información así recogida será utilizada para elaborar el Registro Europeo de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (E-PRTR). Los primeros resultados apuntan a que la contaminación difusa representa una parte "sustancial" de la contaminación total, pudiendo llegar a ser superior a las emisiones industriales. Los sectores con emisiones más altas de fuentes difusas son el transporte de carreteras, la calefacción doméstica y la agricultura. Por ejemplo, la contaminación por cobre causada por los sistemas de frenado de coches totalizó, en 2003, unas 260 toneladas de emisiones, esto es, el doble aproximadamente que las producidas por las instalaciones industriales reguladas de Europa. El Registro Europeo de Emisiones Contaminantes (EPER) presenta datos de 9.200 instalaciones industriales. El PRTR europeo propuesto, que utilizará datos de 2007 y cuya publicación está prevista para 2009, sustituirá al EPER e incluirá en el registro 91 contaminantes procedentes de 65 industrias. La incorporación de contaminantes difusos supone un procedimiento complicado, ya que recopila datos estadísticos actuales publicados en las siguientes fuentes: Directiva sobre límites nacionales de emisión, Convenio sobre contaminación atmosférica transfronteriza a larga distancia de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, registros de emisiones de gases de efectos invernadero en virtud del Convenio marco sobre cambio climático de la ONU e informes de los Estados miembros relativos al impacto de fuentes difusas de contaminación en los cuerpos de agua en virtud de la Directiva marco del agua.