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Un investigador israelí recibe una beca para desarrollar una «nariz electrónica»

La UE ha concedido a un investigador israelí una subvención de 1,73 millones de euros a través del programa de Becas de Excelencia Marie Curie para que desarrolle una «nariz electrónica» que pueda olfatear el cáncer. La subvención se otorgó al Dr. Hossam Haick del Instituto ...

La UE ha concedido a un investigador israelí una subvención de 1,73 millones de euros a través del programa de Becas de Excelencia Marie Curie para que desarrolle una «nariz electrónica» que pueda olfatear el cáncer. La subvención se otorgó al Dr. Hossam Haick del Instituto de Tecnología israelí dentro del marco de los esfuerzos de la UE por fortalecer y animar a las jóvenes promesas en el campo de las ciencias. El Dr. Haick, de 31 años, es el investigador israelí que ha recibido la mayor suma en concepto de beca de la UE. Se dedicará a trabajar en los sistemas olfativos artificiales conocidos también como «narices electrónicas» cuyo objetivo es olfatear y diagnosticar el cáncer en la fase más temprana posible antes de su propagación por el organismo. «La consecución del objetivo de la investigación permitirá la creación de un instrumento basado en sensores a escala nanometro que pueda diagnosticar diferentes cánceres e incluso determinar en qué fase se encuentra la enfermedad», explica el Dr. Haick. «El diagnóstico se puede realizar en una fase muy temprana incluso antes de que el tumor haya comenzado a extenderse. Por lo tanto, el tratamiento será inmediato y destruirá la enfermedad desde su inicio». Las narices electrónicas son un ejemplo del área de investigación en desarrollo llamada biomimética, o biónica, y que comprende las aplicaciones humanas modeladas sobre fenómenos naturales. Como el olor se compone de moléculas, cada una con una forma y tamaño específicos, todas estas moléculas tienen un receptor del tamaño y forma correspondientes a la nariz humana. Cuando un receptor específico recibe una molécula, envía una señal al cerebro y éste identifica el olor asociado a una molécula concreta. Las narices electrónicas basadas en el modelo biológico funcionan de manera similar, substituyendo los sensores por los receptores y transmitiendo la señal al programa para su procesamiento, en vez de ser el cerebro el que lo procese. El Dr. Haick pretende desarrollar series de sensores realizados con nanomateriales y comprender las propiedades químicas, físicas y eléctricas de estos nanomateriales y el mecanismo de emisión de señales que aplican estos sensores. También desarrollará versiones más pequeñas de estas narices electrónicas; la «nariz electrónica en un chip», que es único un chip informático que contiene los sensores y los componentes del proceso. Además de conseguir un diagnóstico temprano, la detección y el cribado de una enfermedad, los sistemas olfativos artificiales se utilizan para la supervisión medioambiental, en las industrias de alimentos y en la seguridad.