European Commission logo
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS

Article Category

Contenido archivado el 2023-03-02

Article available in the following languages:

Más experimentos para definir los mejores modelos de libre acceso

En materia de libre acceso, no existe un modelo para todo, sino la necesidad de ahondar en la experimentación para determinar qué modelos tienen más potencial a largo plazo. Éste fue uno de los principales argumentos del panel sobre acceso abierto perteneciente al programa de ...

En materia de libre acceso, no existe un modelo para todo, sino la necesidad de ahondar en la experimentación para determinar qué modelos tienen más potencial a largo plazo. Éste fue uno de los principales argumentos del panel sobre acceso abierto perteneciente al programa de la conferencia que, con el título «Publicación científica en el Espacio Europeo de Investigación», se celebró en Bruselas los días 15 y 16 de febrero. Los profesionales presentes en el panel, aun siendo partidarios del libre acceso, señalaron que alguien tenía que hacerse cargo del inevitable coste de edición. «Somos una empresa editora sin ánimo de lucro, pero también sin ánimo de perder dinero», comentó Martin Blume, Redactor Jefe de la «American Physical Society» (APS). Actualmente, dos de las nueve publicaciones de APS son accesibles en abierto. Una está financiada por grandes laboratorios como el CERN (Centro Europeo de Investigación Nuclear); la otra tiene un modelo de financiación basado en el principio «el autor paga». Ahora bien, los científicos con artículos publicados en cualquiera de las otras revistas tienen la posibilidad de autoarchivarlos en los repositorios digitales institucionales de libre acceso. El «British Medical Journal» (BMJ) optó por el libre acceso hasta que, transcurridos unos años de caída en picado del volumen de suscripciones a la versión impresa de la revista, se pusiera término a esta política. «Aunque nos gustó la idea del libre acceso, nos dimos cuenta de que la supervivencia pasaba por cerrar el sitio web en abierto», explica Alex Williamson, Directora de Publicaciones de BMJ. Desde hace algún tiempo, BMJ viene ofreciendo a los autores la posibilidad de comprar el acceso en línea a sus artículos. Desgraciadamente, está práctica está tardando en cuajar, con un índice de aceptación del 2% de los autores. La señora Williamson señala que aproximadamente la mitad de los artículos de investigación que reciben carecen de financiación y que lo mismo pueden ser estudios de casos elaborados por generalistas que análisis de nuevas técnicas quirúrgicas llevadas a cabo por grupos enteros de cirujanos. La obligación al conjunto de los autores de costear la publicación tendría el efecto de limitar la presentación de tan valiosa literatura científica, según advirtió la Señora Williamson. «Probando es como se sabe si las cosas funcionan o no», concluye Alex Williamson. «El acceso abierto no dio resultado, así que dimos marcha atrás». Norbert Kroo, Vicepresidente de la Academia de Ciencias de Hungría y miembro del Consejo Europeo de Investigación y el Consejo Asesor Europeo de Investigación, hizo un alegato a favor del libre acceso: «Las editoriales están al servicio de la comunidad científica y no al revés». Hizo un llamamiento a la promoción de un «amplio acceso instantáneo» a la investigación en los programas comunitarios y reclamó más coordinación del libre acceso entre organismos de financiación de la investigación europea. La Asociación Europea de Universidades (EUA) está trabajando en la sensibilización de investigadores y responsables académicos sobre la cuestión del libre acceso. «La mayoría de los altos cargos universitarios y los investigadores desconocen lo que está en juego y lo que cabe hacer», asevera Sijbolt Noorda, Presidente del recién creado Grupo de Trabajo de Libre Acceso de la EUA. El grupo tiene como objetivo promover el establecimiento de repositorios activos en abierto y estimular la creación de modelos empresariales de publicación basados en los principios del libre acceso. La sesión concluyó con un informe de Steven Harnad, de la Universidad de Southampton y defensor desde hace años del libre acceso. Según indicó, el «gold open access», o vía dorada, por la que los artículos se publican inmediatamente en las páginas de las editoriales, sigue sin completarse. El «green open access» (por el que los autores archivan ellos mismos sus obras tan pronto como sea posible tras su publicación), en cambio, ya es práctica habitual en las revistas y debe extenderse aún más. El libre acceso «verde» es objeto de una petición de garantía de acceso a los resultados de investigaciones públicas. El documento fue presentado al Comisario Europeo de Investigación, Janez Potocnik, antes de la conferencia. Hasta la fecha, han firmado la petición unos 20.000 individuos y organizaciones, entre ellos varios Premios Nobel, centros punteros de investigación, organismos de financiación de la investigación y academias nacionales. Es interesante observar que a la petición se han sumado 43 editoriales, aquéllas mismas que hace poco firmaron una declaración por la que expresaban su preocupación por el libre acceso.

Artículos conexos