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Un informe propone un modelo alternativo para el IET

Un informe de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) encargado por el Parlamento Europeo propone un modelo alternativo para el Instituto Europeo de Tecnología (IET) diferente del propuesto por la Comisión Europea. El informe de la UNU parte de la premisa de que converti...

Un informe de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) encargado por el Parlamento Europeo propone un modelo alternativo para el Instituto Europeo de Tecnología (IET) diferente del propuesto por la Comisión Europea. El informe de la UNU parte de la premisa de que convertir el conocimiento en una masa crítica o comercial no resulta problemático en todos los Estados miembros de la UE. Tal y como recogen los autores de este informe, «El ignorar esta circunstancia puede llevar a presuponer con demasiada facilidad que sería necesaria una solución institucional a escala europea en ciertos casos en los que estrategias de carácter regional o nacional podrían resultar más adecuadas». El informe hace referencia al Cuadro de indicadores sobre la innovación de la Comisión Europea que muestra cómo algunos de los países europeos más pequeños junto con Alemania consiguen obtener resultados similares, sino superiores a los de Estados Unidos y Japón. La propuesta de la Comisión en relación al IET contempla el establecimiento de una red de Comunidades de Conocimiento e Innovación (KIC), o comunidades de excelencia por toda Europa. La UNU propone la creación de un IET que sepa sacar el mayor provecho posible a los principales baluartes con los que cuenta Europa, mediante la creación de hasta un total de 20 IET, cada uno con su propia temática multidisciplinar y vinculado a una universidad de prestigio. Cada instituto estaría dedicado a una cuestión particular identificada previamente por un comité como elemento determinante para el desarrollo industrial durante los próximos 10 a 20 años, y cada uno sería reconocido como Instituto Europeo de Tecnología en ese determinado campo. Dependiendo del campo específico en concreto podrían establecerse una serie de programas de colaboración con las empresas. La competencia daría lugar a la selección de propuestas realizadas por consorcios regionales o nacionales consolidados interesados en acoger a un determinado IET. Un tercio de la financiación provendría de la UE, otro tercio de fuentes regionales o nacionales y el último tercio procedería de fuentes públicas o privadas. La UNU propone asimismo que se destinen fondos adicionales por un valor aproximado de 500 millones de euros que podrían ser aportados por un Fondo para la Innovación a partir de los remanentes anuales del presupuesto de la UE.

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