Proyecto europeo «Un portátil por anciano a 100 euros»
Quizá conozca ya el proyecto OLPC («Un portátil por niño a USD100») creado por el fundador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Nicholas Negroponte. Pues bien, esa idea ha cruzado a este lado del Atlántico y ha adoptado una identidad europea en forma de proyecto financiado por la UE que se propone ayudar a la creciente población anciana de Europa. El proyecto OLDES («Servicios electrónicos para personas mayores en casa»), recién iniciado, creará una plataforma tecnológica «plug and play» («enchufar y listo») de fácil uso pensada para la teleasistencia y la telecompañía cuyo precio de mercado rondaría el asequible precio de 100 euros por persona. Este sistema dual proporcionará entretenimiento al usuario mediante canales temáticos de fácil acceso y foros especializados de los que estarán a cargo animadores. En cuanto a sus prestaciones sanitarias, se basarán en estándares ya afianzados de comunicación para telecuidados e Internet. Esta plataforma incluirá un entorno inalámbrico en el hogar y sensores médicos, que estarán conectados, mediante un centro de contactos, directamente con servicios sociales y de atención sanitaria que permitirían dar la alarma si, por ejemplo, la temperatura subiera hasta niveles peligrosos durante el verano. «OLDES sitúa a las personas mayores en el centro y convierte sus necesidades en la principal prioridad de todos los avances. Esto se conseguirá empleando instrumentos de modelación y animación para crear situaciones hipotéticas diseñadas para incitar respuestas de las personas mayores, sus cuidadores y profesionales de diversos servicios», explicó el Dr. Massimo Busuoli, coordinador del proyecto y representante de ENEA, la agencia italiana de nuevas tecnologías, energía y medio ambiente. «La animación y la simulación ayudarán a asegurarse de que todos los avances estén fundamentados, en todas sus fases, en las realidades de la atención social y sanitaria, las culturas y las economías de los contextos piloto concretos y de un abanico de servicios públicos europeos que sea lo más amplio posible», añadió. Una vez desarrollado, este sistema se probará en dos lugares distintos. El primero de ellos será Italia y contará con un grupo de cien personas mayores, diez de las cuales tendrán enfermedades cardiacas; el segundo será Chequia, con un grupo de diez diabéticos. Este proyecto de dos años, financiado por la UE, pretende acabar dando con un sistema fácilmente configurable que sea capaz de aliviar la carga que soporta un modelo de bienestar europeo que resulta cada vez más insostenible.