La actividad humana influye en los patrones de precipitación, según un estudio
La actividad humana tiene una importante repercusión en los patrones de precipitación a nivel mundial, según una nueva investigación de un equipo internacional de científicos. Durante el siglo XX, los patrones de precipitación por todo el planeta han sufrido cambios sustanciales. Las lluvias y las nevadas en latitudes del norte han registrado un aumento, mientras que otras regiones parecen cada vez más áridas. En un artículo publicado en la revista Nature, los investigadores explican cómo han comparado los cambios observados en las precipitaciones en diferentes latitudes con los cambios simulados en catorce modelos climáticos. Con esto demuestran por primera vez que estos cambios se deben en gran medida a la actividad humana. «Hemos demostrado que las actividades antropogénicas ha influido de forma patente sobre los cambios experimentados en la media de las precipitaciones en las franjas latitudinales, y que estos cambios no pueden atribuirse a la variabilidad interna del clima ni a mecanismos naturales», manifiestan los científicos en su artículo. Según los investigadores, en la zona situada entre los 40 y los 70 grados al norte del Ecuador -una franja que abarca Europa, Rusia y Canadá-, dos tercios del incremento observado en las precipitaciones puede atribuirse a actividades humanas. Mientras, los trópicos del norte y los subtrópicos (entre 0 y 30 grados), que se encuentran justo al norte del Ecuador, son cada vez más áridos y los científicos achacan a las actividades humanas un tercio de este descenso de las precipitaciones. Entre las regiones situadas en esta latitud se encuentran México, Centroamérica y el norte de África. Por último, casi todos estos aumentos de las precipitaciones que se dan en los trópicos del sur y subtrópicos son debidos a factores antropogénicos. Según los investigadores, algunos de los cambios en las precipitaciones pueden atribuirse a factores naturales como volcanes, aunque su impacto es pequeño comparado al de la actividad humana. «Puede que los cambios registrados, que son mayores que los estimados en simulaciones a partir de modelos, ya hayan tenido consecuencias significativas en los ecosistemas, la agricultura y la salud humana en aquellas regiones que son sensibles a cambios en las precipitaciones, como el Sahel», advierten los científicos. En estudios previos no se pudo detectar estos efectos porque analizaban las precipitaciones de todo el planeta de manera global, mientras que la tendencia a la aridez en algunas regiones compensa el aumento de las precipitaciones en otros lugares.
Países
Canadá, Japón, Reino Unido, Estados Unidos