Un informe de la OMS destaca la amenaza de sustancias químicas en niños
Se necesita más investigación para mejorar nuestros conocimientos sobre cómo la exposición a sustancias químicas que se encuentran en el medio ambiente afecta a los niños. La OMS describe el informe «Principles for evaluating health risks in children associated with exposure to chemicals» [Principios para la evaluación de los riesgos para la salud de los niños asociados a la exposición a sustancias químicas], como el trabajo más exhaustivo que se haya realizado sobre los principios científicos que se deben considerar cuando se evalúan los riesgos para la salud de los niños. Fue escrito por un panel internacional de expertos. Según el informe, más del 30% de las enfermedades infantiles se puede atribuir a factores medioambientales; no obstante, la mayoría de las evaluaciones de riesgos y las políticas medioambientales para la salud se centran principalmente en adultos o en modelos de exposición a sustancias químicas relativos a adultos. Y esto a pesar del hecho que los niños responden de modo diferente a las sustancias químicas ya que sus cuerpos están en constante crecimiento y cambio. Asimismo, sus dietas y comportamientos diferentes, como gatear en el suelo, demuestran que están expuestos a sustancias químicas de un modo diferente a los adultos. El informe destaca en particular el hecho de que la etapa de desarrollo durante la cual un niño está expuesto a una sustancia particular puede ser tan importante como el nivel de exposición a la misma. «Los niños no son simplemente adultos pequeños», afirmó el Dr. Terri Damstra, jefe del equipo de la Unidad de Investigación Interregional de la OMS. «Los niños son especialmente vulnerables y responden de modo diferente que los adultos cuando están expuestos a factores medioambientales, y esta respuesta puede cambiar según las diferentes etapas de su desarrollo.» Por ejemplo, los pulmones de los niños no están completamente desarrollados a la edad de ocho años, y la maduración de los pulmones puede verse afectada por la polución. Estos contaminantes podrían provocar problemas de salud a corto o largo plazo. Hay gran evidencia que demuestra que la exposición a ciertas sustancias químicas durante la niñez pueden producir un riesgo considerable de contraer ciertas enfermedades en la edad adulta. Los niños de países en desarrollo son particularmente vulnerables a la exposición a sustancias químicas que se encuentran en el medio ambiente, ya que a menudo viven en viviendas insalubres y carecen de acceso a agua limpia. Asimismo, la pobreza parece hacer a los niños más vulnerables a las consecuencias de la exposición a sustancias químicas; por ejemplo, se sabe que el plomo es más tóxico en niños cuyas dietas son bajas en calorías, hierro y calcio. En sus recomendaciones, los expertos piden que se lleve a cabo más investigación sobre los efectos de estas sustancias en todas las etapas de desarrollo de los niños. Asimismo, su deseo principal es hacer un llamamiento para la implementación de estudios de prospectiva de mujeres embarazadas y niños, a los que se podría realizar un seguimiento y un estudio a largo plazo. También hacen un llamamiento para desarrollar biomarcadores de exposición y susceptibilidad a sustancias químicas, que sean sensibles y rentables, y también para examinar la posibilidad de utilizar tecnología molecular y de imagen para investigar la relación entre la exposición a sustancias químicas y sus efectos en las diferentes etapas de desarrollo. «La protección de los niños se encuentra en el centro de la sostenibilidad de la especie humana. Ofrecer medio ambientes más seguros para los niños y reducir su exposición a peligros medioambientales debería ser una prioridad en todos los países y organizaciones nacionales e internacionales», escriben los expertos en el informe. «Para lograrlo mejor es necesario investigar sobre la efectividad de la reducción de riesgos y las prácticas de intervención, incluyendo los medios más eficaces para educar y comunicar la necesidad de crear políticas, legislación y normas de seguridad para la salud pública que protejan a los niños.»