Los hábitos sociales de las células podrían encerrar la llave para combatir enfermedades
Científicos de Manchester (Reino Unido) trabajan para cambiar los hábitos sociales de células vivas, con la esperanza de lograr combustibles más limpios y ecológicos y contribuir a luchar contra enfermedades como el cáncer y la diabetes. Como parte de un nuevo proyecto de investigación de 26 millones de euros que incluye a seis países europeos, el Centro de Biología Integradora de Sistemas (MCISB) de la Universidad de Manchester empezará una nueva investigación sobre un campo emergente de la ciencia y la ingeniería conocido como biología de sistemas. La biología de sistemas es una nueva aproximación a la biociencia que combina la teoría, la modelización por ordenador y los experimentos. En lugar de seguir el enfoque tradicional de la biología de observación y experimentación, la biología de sistemas se vale de simulaciones y modelizaciones por ordenador para procesar resultados, diseñar experimentos nuevos y más cuantitativos y generar soluciones predictivas. Con la biología de sistemas, la comunidad científica descubrió recientemente que redes de contacto entre células vivas podrían determinar si una célula causa diabetes o cáncer, por ejemplo, o si nos ayuda a conservar la salud. Los investigadores creen que, ajustando y modificando las redes existentes entre las células, sería posible ajustar la conducta de las células vivas y reducir la probabilidad de padecer estas enfermedades. Siguiendo este enfoque, los investigadores de Manchester que trabajan en el programa de investigación europeo SysMO («Biología de sistemas de microorganismos») llevan adelante también un proyecto que estudia el modo de transformar la levadura usada en la producción de la cerveza y el pan en un productor eficiente de bioetanol. Otra línea de trabajo de este grupo dentro de SysMO es la investigación de lactobacilos. Algunos lactobacilos se transforman en bacterias carnívoras o causan afecciones humanas como la inflamación de garganta y las erupciones, mientras que otros son completamente seguros y se utilizan en la producción de quesos y yogures. Los investigadores esperan que su labor permita no sólo conocer mejor de qué forma provocan enfermedades fallos de las redes, sino también aumentar la eficiencia y la seguridad de la producción de fármacos y alimentos. Además, estudiarán las pseudomonas, bacterias del suelo que pueden causar enfermedades a las personas, pero que también pueden servir para degradar compuestos dañinos del ambiente o para crear ciertos compuestos usados por la industria química. Asimismo, los investigadores examinarán organismos termofílicos que habitan en fuentes termales y, concretamente, cómo les permiten sus redes sobrevivir a temperaturas tan altas y variables. Se espera que esta investigación revele la forma de que los organismos vivos afronten mejor condiciones extremas. Además, podría conducir a unos mejores resultados de los detergentes y los cosméticos. Toda esta investigación se llevará a cabo en el nuevo Biocentro Interdisciplinario de Manchester (MIB), que ha costado 56 millones de euros y reunirá a expertos de una amplia gama de disciplinas, con el objetivo de afrontar retos importantes en la biociencia interdisciplinaria cuantitativa. Según el profesor Hans Westerhoff, profesor de biología de sistemas de AstraZeneca y director del Centro de Formación Doctoral sobre Biología de Sistemas de la Universidad de Manchester, «estamos ante una oportunidad extraordinaria de empezar a comprender de qué maneras estas redes de células vivas contribuyen a su funcionamiento dentro y fuera de nuestro organismo. Nos permite integrar a los mejores grupos de seis países europeos. Se abordarán cuatro temas específicos: la energía, el equilibrio enfermedad-beneficios, la biotecnología blanca y la robustez», explicó. El programa SysMO financia un total de 11 programas que funcionarán durante tres años en primera instancia. Está financiado por Alemania, Austria, España, Noruega, Países Bajos y Reino Unido.
Países
Austria, Alemania, España, Países Bajos, Noruega, Reino Unido