Las personas con niveles medios de VIH en la sangre propagan más el virus
Las personas con niveles medios de VIH en la sangre contribuyen más a la propagación del virus que las personas que tienen una carga viral más alta, según nuevas investigaciones de un equipo de científicos británicos y neerlandeses. Estos descubrimientos tienen implicaciones para las políticas que pretenden reducir los niveles de transmisión del VIH. El estudio, publicado en la revista Proceedings of the Nacional Academy of Science (PNAS), investiga los factores que influyen en el potencial de transmisión de personas con diferentes niveles del virus en la sangre. El potencial de transmisión hace referencia a la cantidad media de personas a las que un individuo puede potencialmente infectar antes de desarrollar los síntomas del VIH. Las personas que tienen una carga viral alta son muy contagiosas. No obstante, estas personas también tienen una esperanza de vida más corta y, por tanto, tienen menos oportunidad de contagiar a otras personas. En el otro extremo, el potencial de transmisión de las personas con cargas virales bajas está limitado por una baja contagiosidad. Aparte de estos dos grupos se encuentran las personas que tienen niveles intermedios del virus en la sangre. Estas personas son moderadamente contagiosas, pero pueden ser asintomáticas durante seis a ocho años antes de desarrollar los síntomas de sida. Durante este período asintomático podrían incluso ignorar que tienen el VIH y transmitir el virus a varios compañeros sexuales, extendiendo de este modo la epidemia más que las personas con cargas virales altas. «Ser altamente contagioso no es suficiente; hay que vivir lo bastante como para transmitir el virus», explicó la Dra. Déirdre Hollingsworth, del Imperial College de Londres. Estos descubrimientos tienen implicaciones para las políticas que pretenden reducir los niveles de transmisión del VIH, en particular en zonas donde el acceso al tratamiento es limitado. En la actualidad se cree que el tratamiento debe dirigirse a personas con altas cargas virales, ya que son más contagiosas. No obstante, este estudio sugiere que estas políticas serían equivocadas ya que, en realidad, las personas con cargas virales intermedias son responsables de la mayoría de contagios. Asimismo, en las personas cuyas cargas se reducen de niveles altos a intermedios mediante tratamientos, el potencial de transmisión puede aumentar, debido a que la mejora de su salud les brinda la oportunidad de contagiar a más personas. «Las intervenciones que reducen las cargas virales de niveles altos a intermedios y que, por tanto, son beneficiosas para ciertos individuos, pueden, no obstante, aumentar la incidencia general y así causar más daño que beneficio», indican los científicos en su estudio. También sugieren que en zonas donde los recursos son limitados deberían considerarse otros criterios, como la necesidad médica, la probabilidad de adherencia al tratamiento y la conducta sexual para decidir los protocolos de tratamiento. La mayor parte de las personas seropositivas que no están en tratamiento tienen cargas virales intermedias, y los investigadores sugieren que esto podría deberse a la evolución del virus, que necesita alcanzar el equilibrio óptimo entre la contagiosidad y la virulencia para maximizar sus posibilidades de ser transmitidas a otro organismo receptor. «Sin duda, es muy llamativo que las cargas virales que más se ven por naturaleza sean apropiadas para asegurarse que el virus se transmite tanto como puede antes de matar al organismo receptor, que es lo esperable de la evolución», comentó el Dr. William Hanage del Imperial College. El próximo paso para los investigadores será comprobar si el virus realmente se ha adaptado para permitir que infecte a la mayor cantidad de personas. «Esto tendría serias implicaciones para las políticas de salud pública porque, si es verdad, entonces algunas estrategias para prevenir la transmisión podrían finalmente hacer que, por accidente, el virus sea más virulento», advirtió el Dr. Christopher Fraser del Imperial College. «Aunque es muy temprano para dar la voz de alarma, se necesita urgentemente más investigación para probar o refutar esta teoría. Ahora nos estamos centrando en esto.»
Países
Países Bajos, Reino Unido