Se abre un nuevo capítulo en la asociación UE-China contra el cambio climático
«En la actualidad, prácticamente no cabe duda de que el cambio climático provocado por el hombre es un hecho». Con estas palabras comenzó su discurso el Comisario europeo de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik, en el Foro sobre Cambio Climático e Innovación Científica y Tecnológica celebrado recientemente en Pekín. En el foro, el Comisario habló también sobre el próximo capítulo en la asociación UE-China contra el cambio climático, que se basa en el desarrollo de energías renovables y una producción de energía limpia. La participación de China en la cooperación sostenible global es fundamental para que el mundo pueda reducir los gases de efecto invernadero. En los últimos años, el rápido crecimiento económico ha visto cambiar los principales hábitos de vida en el país. Como consecuencia, se han creado nuevas megalópolis, se venden más coches y se demanda más energía. Todo este crecimiento ha hecho aumentar las emisiones de carbono, emisiones que el Protocolo de Kyoto y el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático desean frenar. La UE encabeza la reducción de las emisiones de CO2, y trabaja de manera multilateral con países como China para alcanzar una respuesta global al problema. Para mantener esta postura, en 2005 la UE y China comenzaron a colaborar contra el cambio climático. El acuerdo de colaboración contiene dos objetivos concretos que deben alcanzarse antes de 2020. El primero de ellos es desarrollar y demostrar, tanto en China como en la UE, una tecnología avanzada de carbón con «cero emisiones». Esta tecnología permitirá capturar las emisiones de CO2 de las centrales de carbón y su consiguiente almacenamiento subterráneo, por ejemplo en los campos de petróleo o de gas explotados o en el estrato geológico sellado, evitando de esta manera la emisión de CO2 a la atmósfera. El segundo objetivo es reducir considerablemente el coste de las tecnologías energéticas y promover su uso y su propagación. Ambas partes han iniciado proyectos conjuntos de investigación en numerosas áreas, como las estrategias de control, adaptación y mitigación climática, los sistemas de gestión de energía sostenibles, las pilas de combustible y el transporte urbano limpio. La colaboración científica seguirá jugando un papel importante en la siguiente fase de la asociación, según el Comisario Potocnik. China es el segundo país, por detrás solamente de Rusia, con mayor número de solicitudes presentadas hasta el momento en el Séptimo Programa Marco de Investigación (7PM). Y una tercera parte de esa participación se produce en el campo de la energía, el medio ambiente y el clima. El Comisario destacó las áreas en las que se ha acordado seguir colaborando: desarrollo y demostración de tecnologías avanzadas de carbón sin emisiones antes de 2020, basadas en la captura y el almacenamiento de carbono y el establecimiento de un centro sino-europeo de energías limpias que se centre en el ahorro de carbón y energía en los edificios. Así mismo, está previsto que continúe la colaboración en torno a la creación del instituto eurochino de energías limpias y renovables, y el estudio de relaciones entre el cambio climático y las megaciudades, así como los impactos del clima y la adaptación en los sectores y las regiones vulnerables. «Sinceramente pienso que el éxito de la labor conjunta de la UE y China en estos campos establecerá un ejemplo para el resto del mundo», afirmó el Sr. Potocnik. Para terminar, el Comisario citó al antiguo filósofo chino y estableció un paralelismo con la crisis generada por el cambio climático. «Fue el antiguo filósofo chino al que llamamos Confucio quien dijo "si el hombre no se para a pensar qué es lejano, sentirá pesar muy cerca". Y lo mismo ocurre, creo yo, con el cambio climático». El Foro Internacional sobre Cambio Climático e Innovación Científica y Tecnológica fue un evento de dos días de duración que reunió a dirigentes y expertos mundiales en el campo de las tecnologías ecológicas para hablar sobre el reto del cambio climático y las oportunidades para hallar soluciones innovadoras. Más de 600 participantes de 30 países y más de 10 organizaciones internacionales asistieron al Foro, entre ellos varios altos cargos de estado, conocidos expertos y representantes de empresas y organizaciones no gubernamentales.
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