Un estudio revela que los murciélagos pueden reconocerse por los gritos de ecolocalización
Los murciélagos son capaces de reconocer a otros individuos de su misma especie por su «voz» al emitir gritos de ecolocalización, según revela una nueva investigación financiada con fondos comunitarios. Los hallazgos son importantes dado que se conoce poco sobre el modo en que los murciélagos se mantienen juntos cuando vuelan a altas velocidades en la oscuridad o evitan la interferencia entre sus señales de ecolocalización, por ejemplo. El estudio, publicado en la revista PLoS Computational Biology, recibió apoyo comunitario a través de los proyectos PASCAL («Análisis de patrones, modelización estadística y aprendizaje computacional») y PERACT («Percepción y acción en el espacio»), financiados respectivamente dentro de las partidas presupuestarias «Tecnologías de la sociedad de la información» (IST) y «Recursos humanos y movilidad» del Sexto Programa Marco (6PM). Las vocalizaciones se usan mayoritariamente para la comunicación, pero también pueden proporcionar información sobre la identidad, el sexo, la salud y el comportamiento de un individuo. Investigaciones recientes han revelado que, del mismo modo que los humanos, también muchos animales, entre ellos los murciélagos, son capaces de reconocer a otros individuos por sus vocalizaciones sociales. No obstante, además de estas vocalizaciones, los murciélagos emiten un flujo constante de gritos de ecolocalización y analizan los ecos de esos gritos para conocer su entorno. En este estudio reciente, los científicos descubrieron que los murciélagos ratoneros grandes (Myotis myotis) pueden distinguir a diferentes individuos por sus gritos de ecolocalización únicamente, aún cuando el propósito principal de esos gritos no es la comunicación. Asimismo, el sonido de la voz de ecolocalización de un individuo varía según la tarea que esté realizando, lo que hace aún más sorprendente la capacidad de los murciélagos de reconocerse. Los investigadores desarrollaron un modelo informático que reproduce el modo en que los murciélagos analizan las voces de sus congéneres. «Nuestro modelo sugiere que los murciélagos aprenden los gritos típicos de otros individuos y los reconocen comparando dichos gritos con los aprendidos en las representaciones típicas», señalan los científicos. «Una regla de clasificación extremadamente simplificada podría ser: "El grito que tiene una energía mínima de aproximadamente 65 kHz y una energía máxima de aproximadamente 45 kHz corresponde al murciélago 3"», explican los investigadores. «A pesar de su gran variabilidad, los gritos de banda ancha de ecolocalización que emiten los murciélagos contienen información específica de cada individuo que es suficiente para su reconocimiento», concluyen los autores del estudio.
Países
Alemania