Destacan el papel de la innovación para resolver los retos del futuro
La innovación desempeña una función decisiva de cara a resolver los retos de índole económica, social y medioambiental a los que se enfrenta Europa, según la II Cumbre Europea de la Innovación, celebrada recientemente en el Parlamento Europeo de Bruselas (Bélgica). Pero el camino para llevar una idea hasta el mercado en muchos casos está plagado de trabas administrativas y burocráticas. Las principales perjudicadas son la competitividad y la investigación de Europa en la economía global. Durante la cumbre, inaugurada por la Vicepresidenta del Parlamento Europeo, Silvana Koch-Mehrin, y celebrada bajo la Presidencia belga del Consejo de la Unión Europea, se abordó la función que desempeña la innovación en los ámbitos de la eficiencia energética, la movilidad urbana y regional, la continuidad de la seguridad alimentaria y la agricultura, el envejecimiento sano y la sostenibilidad de la producción. Sin embargo, cada vez es más amplia la distancia que media entre la investigación realizada en estos campos y la materialización de sus resultados en el mercado único. «La cuestión no es tanto una mayor inversión en conocimientos e innovación, sino la forma de sacar partido a estas inversiones», aseveró Roland Strauss, director ejecutivo de Knowledge4Innovation (K4I). K4I es una plataforma independiente y sin ánimo de lucro en la que participan numerosas partes interesadas que representan a la sociedad, el sector privado y el sector académico de Europa. «Nuestro interés se centra en cómo convertir los conocimientos en poder de mercado, empleo e ingresos», añadió, y destacó que la innovación no es exclusiva de la investigación y la ciencia, sino que concierne a todos, incluso a los ciudadanos. A la cumbre, organizada por K4I y STOA (el servicio de Evaluación de Opciones Científicas y Tecnológicas del Parlamento Europeo), acudió un gran número de representantes de partes interesadas y autoridades políticas de dentro y fuera de Europa. Especialistas de diversos campos de la ciencia tuvieron ocasión de reunirse y debatir sus inquietudes con diputados del Parlamento Europeo y varios Comisarios europeos. Entre dichos especialistas estaban el nobel Peter Grünberg y más de doscientos estudiantes que participaron en alguna de las diez mesas redondas y de los numerosos talleres. Un tema que concentró gran parte del interés durante la cumbre fue el futuro de la propiedad intelectual en el mercado único. En los últimos veinte años apenas se han introducido reformas en el sistema europeo de protección de los derechos de autor. Los centros de investigación, las pequeñas y medianas empresas (PYME) y las universidades, entre otras entidades, se ven obligadas a bregar con las leyes sobre patentes y derechos de autor de cada Estado miembro, que suelen variar de un país a otro. Por consiguiente, en la cumbre se subrayó la necesidad de simplificar los sistemas de gestión de la propiedad intelectual. La actual fragmentación legislativa no favorece a las PYME europeas, que representan la mitad del PIB de Europa y una gran cantidad de empleo. «No es que Europa no cuente con investigación y ciencia excelentes, sino que el puente que conduce hasta la investigación aplicada y la innovación, los productos y el mercado es demasiado largo y no está adecuadamente comunicado», explicó Lambert van Nistelrooij, eurodiputado neerlandés del partido PPE que preside el foro K4I. «Y ahora en esta segunda cumbre disponemos de una oportunidad fabulosa, puesto que poseemos pleno control de estas iniciativas en el Parlamento Europeo», adujo, y afirmó que la estrategia Europa 2020 de la Comisión Europea es crucial para llevar la innovación al mercado. Europa 2020 es la estrategia de la Comisión para invertir en un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. El pasado 6 de octubre la Comisión publicó oficialmente la iniciativa insignia «Unión por la innovación». Su cometido es centrar los esfuerzos de Europa para resolver retos como el cambio climático, la energía y la seguridad alimentaria, la salud y el envejecimiento de la población. Con ella también se tratará de estimular el crecimiento en el sector privado y eliminar algunos de los obstáculos administrativos más acuciantes para la innovación. «La Unión por la innovación es un buen comienzo, pero ahora la cuestión es si tendrá continuidad por parte de los Estados miembros y las instancias regionales y municipales. El éxito dependerá de la capacidad para implicar a las partes interesadas y aplicar la política a escala local», concluyó el Sr. Strauss. La II Cumbre Europea de la Innovación se celebró del 11 al 14 de octubre de 2010.