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El VLT del ESO aclara la razón del brillo de una burbuja espacial gigante

Científicos del Observatorio Europeo Austral (ESO) han descubierto la forma en la que una nebulosa grande y poco común de gas brillante llegó a ser tan potente durante las primeras etapas del Universo. Los descubrimientos, presentados en Nature, muestran que la energía se la a...

Científicos del Observatorio Europeo Austral (ESO) han descubierto la forma en la que una nebulosa grande y poco común de gas brillante llegó a ser tan potente durante las primeras etapas del Universo. Los descubrimientos, presentados en Nature, muestran que la energía se la aportan las galaxias contenidas en la propia «burbuja Lyman alfa» gigante, uno de los objetos más grandes que conoce el ser humano según expertos astrónomos. Los científicos utilizaron el Very Large Telescope (VLT) del ESO para investigar el enorme objeto. Según el equipo, estas burbujas son estructuras raras, inmensas y muy luminosas. Normalmente se observan en regiones del Universo primigenio en las que la materia está concentrada. El equipo informa que la luz que emana de una burbuja de este tipo está polarizada. Una de las utilidades que posee la luz polarizada es la generación de efectos tridimensionales en los cines. El descubrimiento realizado por el equipo es extraordinario; no sólo pone de manifiesto la naturaleza de la polarización dentro de una burbuja Lyman alfa, sino que también aporta datos sobre la razón de su brillo. «Hemos mostrado por primera vez que el brillo de este enigmático objeto corresponde a luz dispersa que proviene de las galaxias brillantes escondidas en su interior, en lugar de provenir del brillo del propio gas de la nube», explicó Mathew Hayes de la Universidad de Toulouse (Francia), autor principal del artículo. Se afirma que el Universo contiene gran cantidad de objetos gigantescos pero que las burbujas Lyman alfa son de los más grandes. Son nubes gigantes de gas hidrógeno que pueden alcanzar diámetros de varios cientos de miles de años luz (algo mayores que la Vía Láctea), y que son tan luminosas como las galaxias más brillantes. Suelen encontrarse a grandes distancias , de modo que se perciben tal y como eran cuando el Universo tenía sólo unos pocos millones de años, añadieron los científicos. Por lo tanto, son importantes para entender cómo se formaron y evolucionaron las galaxias cuando el Universo era más joven. Sin embargo, la fuente de alimentación de su luminosidad extrema y la naturaleza principal de las estructuras seguían sin conocerse. El equipo estudió una de estas estructuras, considerada una de las primeras y la más brillante jamás vista. Conocida como LAB-1, fue descubierta en el año 2000 y está tan lejos que su luz ha tardado unos 11 500 millones de años en llegar a la Tierra. Con un diámetro de unos 300 000 años luz, también es una de las más grandes conocidas y tiene varias galaxias primitivas en ella, incluyendo una galaxia activa. Existen varias teorías que compiten por explicar las burbujas Lyman alfa. Una postula que brillan cuando la potente gravedad de la estructura arrastra y calienta gas frío. Otra que su brillo responde al de los objetos brillantes de su interior: galaxias experimentando una vigorosa formación estelar o voraces agujeros negros consumidores de materia. Según este último estudio, las galaxias en su interior y no el gas arrastrado son lo que alimenta a LAB-1. El equipo midió si la luz de la burbuja estaba polarizada. Al obtener un resultado positivo, los astrónomos pudieron aportar respuestas que permiten determinar los procesos físicos que produjeron la luz o cómo ha cambiado desde que dicha luz partió en origen hasta que ha llegado a la Tierra. «Estas observaciones no se podrían haber hecho sin el VLT ni sin su instrumento Reductor focal y espectrógrafo de baja dispersión en el ultravioleta [FORS]», reconoció Claudia Scarlata de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), coautora del artículo. «Básicamente, necesitábamos dos cosas: un telescopio con al menos un espejo de ocho metros para captar suficiente luz y una cámara capaz de medir la polarización de la luz. No existen muchos observatorios en el mundo capaces de ofrecer esta combinación.» Los investigadores descubrieron que la luz estaba polarizada en un anillo alrededor de la región central de la burbuja, y no en el propio centro. Este efecto no se habría manifestado si la luz surgiera del gas que se ve arrastrado hacia la nube por gravedad. Pero sí aparecería si la luz procediera en principio de las galaxias de la región central, antes de ser dispersada por el gas. El equipo planea investigar estos objetos con mayor detenimiento para comprobar si los resultados obtenidos pueden extrapolarse a otras burbujas.Para más información, consulte: ESO: http://www.eso.org/public/ Nature: http://www.nature.com/

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