Convocatorias de propuestas relativas a «Una energía segura, limpia y eficiente»
La Unión Europea ha acordado unas metas ambiciosas relativas a Energía y Clima para el año 2020 y posteriormente con vistas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar el porcentaje de uso de las energías renovables y elevar la eficiencia energética. El logro de estas metas acercará a Europa hacia la consecución de un sistema energético que ofrezca un suministro de energía competitivo y seguro y, a la vez, sostenible. Las nuevas tecnologías y soluciones deben competir, en coste y fiabilidad, con sistemas energéticos dotados de tecnologías asentadas (y amortizadas). La investigación y la innovación son vitales para que estas fuentes de energía nuevas, más limpias, con bajas emisiones de carbono y más eficientes resulten comercialmente atractivas en la escala necesaria. Además deberán combinarse con medidas que faciliten la absorción por el mercado de las tecnologías y servicios energéticos. El Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (EETE), en tanto que pilar de la investigación y la innovación dentro de la política energética europea, proporciona el marco estratégico adecuado para abordar estos retos. Este proporciona una agenda a largo plazo para abordar los principales escollos con que topa la innovación, lo cual combina con la movilización de los esfuerzos en toda Europa en forma de ejecución conjunta y compartición de la capacidad y el riesgo. Las actividades incluidas en el primer programa de trabajo del reto energético de Horizonte 2020 contribuyen a los tres ámbitos prioritarios «Eficiencia energética», «Tecnologías energéticas competitivas con baja emisión de carbono» y «Ciudades y comunidades inteligentes». Tales actividades abarcan la totalidad del ciclo de innovación, desde la prueba de concepto hasta la investigación aplicada, la demostración precomercial y las medidas de absorción por el mercado. También aprovechan sinergias con otras áreas relevantes como las tecnologías de la información y la comunicación. Asimismo, el reto energético contribuye al ámbito prioritario del «crecimiento azul» y a las asociaciones público-privadas sobre Edificios Eficientes en materia de Energía e industrias de procesos sostenibles (SPIRE).