Tendencias científicas: Un nuevo telescopio de gran potencia revela las imágenes de la superficie solar más detalladas hasta el momento
¿No hay nada nuevo bajo el sol? Miremos de nuevo. Ahora su superficie puede verse con un asombroso detalle gracias a las primeras imágenes captadas por el telescopio solar Daniel K. Inouye en Hawái. Dicho telescopio, fabricado recientemente por la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos (NSF, por sus siglas en inglés), es el mayor del mundo dedicado al estudio del Sol. Además, presenta el mayor espejo solar que existe, de 4 metros. El telescopio ha desvelado características con un nivel de detalle de 30 km y permite ver las estructuras de estilo celular que recubren la superficie solar y transportan el calor del interior del Sol al exterior. El Observatorio Solar Nacional de Estados Unidos ha publicado varios vídeos de estas impresionantes imágenes.
Comprender mejor el Sol y su impacto en nuestro planeta
«Desde que la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos comenzó a trabajar en este telescopio terrestre, anhelábamos ver las primeras imágenes», afirma la directora de la NSF, France Córdova, en sus declaraciones a la «CNN». «Ahora podemos compartir estos vídeos e imágenes, los más detallados que existen de nuestro Sol hasta la fecha. El telescopio solar Inouye de la NSF será capaz de cartografiar los campos magnéticos presentes en la corona del Sol, donde se producen erupciones que pueden repercutir sobre la vida en la Tierra». «En la Tierra, podemos predecir con mucha precisión si va a llover en cualquier parte del mundo, pero la meteorología espacial aún no ha llegado a ese punto», explica Matt Mountain, presidente de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía que maneja el telescopio. «Nuestras predicciones llevan cincuenta años de retraso, si no más, con respecto al tiempo terrestre. Debemos desgranar la física que sustenta la meteorología espacial, empezando por el Sol; ese será el objeto de estudio del telescopio solar Inouye en las próximas décadas». Las características magnéticas del Sol alteran el funcionamiento de los satélites, desactivan los sistemas de posicionamiento global, afectan al tráfico aéreo, provocan caídas de las redes eléctricas y causan apagones. El telescopio puede medir el campo magnético con más detalle, lo que conlleva una mayor comprensión de la actividad solar. «Todo depende del campo magnético», expone Thomas Rimmele, director del telescopio solar Inouye. «Para desentrañar los mayores misterios referentes al Sol, no solo debemos ser capaces de ver con claridad estas estructuras diminutas a 150 millones de kilómetros de distancia, sino que también debemos poder medir con gran precisión la intensidad y dirección de su campo magnético cerca de la superficie y trazar dicho campo a medida que se extiende hacia la corona de un millón de grados, la atmósfera exterior del Sol».
El inicio de una nueva era en ciencia solar
«Estas primeras imágenes son solo el principio», añade David Boboltz, director de programas del departamento de ciencias astronómicas de la NSF. «A lo largo de los próximos seis meses, el equipo de científicos, ingenieros y técnicos del telescopio Inouye seguirá probando y configurando el telescopio para que pueda utilizarlo la comunidad científica solar internacional. Durante sus cinco primeros años de vida, el telescopio solar Inouye recogerá más información sobre nuestro Sol que todos los datos recopilados desde que Galileo apuntara con un telescopio al Sol por primera vez, en 1612». «Este telescopio nos permitirá comprender mejor los fundamentos de la meteorología espacial y ayudará a pronosticar mejor las tormentas solares», ha declarado Córdova a «Reuters».
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