Detectar mejor los drones y las aeronaves pequeñas ayuda a proteger las fronteras marítimas de Europa
Las aeronaves tripuladas pequeñas y los drones cada vez se utilizan más en el contrabando transfronterizo de artículos ilegales, como las drogas. Su tamaño y el hecho de volar a poca altura hace que sean difíciles de detectar, y su alcance y su capacidad de carga no dejan de crecer. Además, con un entrenamiento básico, es posible hacer despegar drones de embarcaciones pequeñas alejadas de la costa. Aunque las amenazas aéreas como estas son un problema mundial, en Europa tienen especial prevalencia en las costas del sur de Portugal y España. Sin embargo, los sistemas de vigilancia costera convencionales, como los radares, están diseñados principalmente para seguir embarcaciones sobre la superficie del mar, no vehículos aéreos. El proyecto ALFA, financiado con fondos europeos, ha sido pionero en la creación de una tecnología de radar que detecta y clasifica vehículos aéreos de pequeño tamaño, que operan a baja altura y velocidad (LSS, por sus siglas en inglés). Se está desarrollando el procesamiento avanzado de la información, lo que incluye la detección o el análisis de movimientos sospechosos. Esto evaluará la amenaza y también será capaz de predecir las zonas de aterrizaje y descarga, cubriendo distancias significativas, lo que supone una novedad en este tipo de tecnología. La arquitectura abierta del sistema permite una gama de sensores adicionales, como los sensores acústicos y de detección y medición de distancias por luz (LiDAR), lo que hace que sea modulable y pueda adaptarse a necesidades futuras.
Evaluación dinámica de amenazas
ALFA se basó en los éxitos de los proyectos SIVICC y SIVE para Portugal y España, respectivamente. Ambos demostraron que una cadena de radares especializados puede detectar embarcaciones marinas, casi independientemente de su tamaño o velocidad. «Estos proyectos mostraron que prácticamente ningún navío podría atravesar una frontera marítima sin ser detectado. ALFA surgió del desafío de ampliar esta capacidad a aeronaves pequeñas que vuelan a poca altura», afirma Klaus-Michael Koch, coordinador del proyecto. En términos generales, ALFA consta de tres sistemas para la detección, el análisis y la visualización. Cada sensor de escaneo de radar activo está diseñado para detectar atributos específicos de las aeronaves LSS. Mediante firmas de rotación, ALFA puede distinguir entre vehículos aéreos con alas fijas, helicópteros y drones. Las cámaras y las tecnologías de tiempo de vuelo determinan si un objetivo se está moviendo o está cerca, a la vez que facilitan la identificación. Los receptores de radiofrecuencia captan la ubicación del objetivo junto con sus comunicaciones inalámbricas. Toda la información recopilada se combina en tiempo real y luego el «software» de modelización del sistema la clasifica antes de la detección de movimientos sospechosos o el análisis que evalúa el nivel de amenaza que se presentará a los usuarios en ordenadores o dispositivos móviles. El equipo pudo crear su «software» de modelización gracias al conocimiento compartido por algunos de los usuarios finales del sistema (la Guardia Civil en España y la Guarda Nacional Republicana de Portugal).
Un sistema adaptable
Cada uno de los componentes de ALFA fue probado por separado antes de que se probara el sistema integrado en su conjunto en un entorno virtual específico para ello. Se realizó una última demostración en Cacela Velha (Portugal) para sesenta representantes de las fuerzas de seguridad y técnicos locales. «Se realizó una demostración de ALFA para especialistas en seguridad y estos posibles usuarios finales reconocieron que nuestra plataforma integrada única era adecuada para sus necesidades», afirma Koch. En junio de 2019, también se presentó ALFA a veinte participantes de las fuerzas de seguridad de nueve Estados miembros de la Unión Europea en la reunión anual de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, conocida como Frontex. Dado que la arquitectura abierta de ALFA puede intercambiar datos con distintos sistemas, será interoperable tanto con SIVE como con SIVICC, así como con otros sistemas, como el sistema francés SPATIONAV y el sistema europeo EUROSUR. ALFA también podría proteger infraestructuras críticas (como los aeropuertos) o eventos a gran escala, por lo que fue presentado en el Centro Tecnológico de Seguridad (CETSE) español el año pasado. Sin embargo, los beneficios del nuevo sistema no consisten solo en sus aplicaciones de seguridad, sino que también puede adaptarse para supervisar actividades medioambientales, como las migraciones estacionales de las aves. En la actualidad, el equipo trabaja en un prototipo completamente funcional como base para un producto comercial. Cuando se hayan añadido suficientes datos, el aprendizaje profundo y los algoritmos de inteligencia artificial podrán predecir probables puntos de aterrizaje, zonas de descarga y rutas. Con una correcta configuración de los sensores, los usuarios también podrán ajustar los tiempos de aviso.
Palabras clave
ALFA, seguridad, costera, marítimo, vigilancia, contrabando, dron, vehículo aéreo, radar, aeronave, fronteras, inteligencia artificial, aprendizaje profundo