Presentamos a Ai-Da, la primera robot artista
Cada vez hacemos un mayor uso de los robots para mejorar nuestras vidas, desde nuestros hogares hasta las estaciones espaciales. Sin embargo, existe un ámbito en el que no pensamos en robots: las artes, pero esta situación está a punto de cambiar. Ai-Da, creada por el galerista y especialista en arte Aidan Meller en Oxford (Reino Unido), tiene la piel de silicona, los dientes y las encías imprimidos en 3D, así como cámaras integradas en los ojos. Puede mover libremente los brazos, el torso y la cabeza, pero no puede andar. Debe su nombre a Ada Lovelace, la primera programadora informática del mundo. Con motivo del 700º aniversario de la muerte del poeta italiano Dante, Ai-Da leyó una traducción en inglés del poema narrativo épico de tres partes la «Divina Comedia», una de las más grandes obras del mundo de la literatura. El recital tuvo lugar el 26 de noviembre en el distinguido museo Ashmolean de la Universidad de Oxford.
Superación de los límites de la inteligencia artificial
Ai-Da se inspiró en la «Divina Comedia» para producir su propio poema que leyó en voz alta. ¿Qué hizo fluir su creatividad? Empleó sus propios algoritmos de inteligencia artificial (IA), bancos de datos de palabras y un análisis de los patrones de discurso de Dante. ¿Recuerdan cuando la inspiración era una explosión de creatividad inconsciente? Bienvenidos a la década de 2020. Meller cantó las alabanzas del recital de Ai-Da en la «CNN»: «Fue fácil olvidar que no estabas ante un ser humano». A continuación, explicó el razonamiento en que se basó el robot: «El proyecto Ai-Da se desarrolló con el fin de abordar el debate sobre la ética de seguir desarrollando la IA para que imite a los humanos y el comportamiento humano. Finalmente todos hemos empezado a percibir que la tecnología está teniendo un gran impacto en cada faceta de la vida y tratamos de entender hasta dónde puede llegar esta tecnología y qué nos puede enseñar sobre el ser humano». Cuando le preguntamos si deberíamos preocuparnos sobre el nuevo camino que ha emprendido la IA, Meller indicó que «lo que más deberíamos temer es a nosotros mismos y la capacidad humana de utilizar la tecnología para oprimir, no la propia IA». Y añadió en «The Guardian»: «Esperamos que artistas, poetas, escritores, cineastas, etc. interactúen y utilicen cada vez más nuevas tecnologías como la IA, porque una de las mejores maneras de criticar, evaluar y poner de relieve posibles problemas es utilizar estas tecnologías e interactuar realmente con ellas».
¿Los artistas robot superarán a sus homólogos humanos?
Dado que ya hay bastante inquietud sobre si los robots han venido para quedarse con nuestros trabajos, ¿debemos añadir las artes a la lista? «No es una cuestión de competencia, sino más bien de debate y acción potencial», señaló Meller. «Todos deberíamos preocuparnos sobre el uso generalizado de los modelos de lenguaje de la IA en internet y sobre cómo esto afectará al lenguaje y, de forma crucial, a la construcción de significados en el futuro. Si los programas informáticos, y no las personas, crean contenidos que a su vez conforman y repercuten en la psique humana y la sociedad, se genera un cambio importante que modifica el uso y el impacto del lenguaje, algo sobre lo que es necesario debatir y reflexionar». Meller confía en que Ai-Da ayude asimismo a reducir la brecha de género en la ciencia. «Se espera que anime a programadoras informáticas en la actualidad y en el futuro, ya que están considerablemente infrarrepresentadas en todo el mundo».
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