El primer robot viviente del mundo ahora puede tener bebés
Los organismos vivos han desarrollado muchas formas de replicarse a lo largo de miles de millones de años. Sin embargo, científicos de la Universidad de Vermont y la Universidad Tufts (los Estados Unidos), junto con el Instituto Wyss de Ingeniería de Inspiración Biológica de la Universidad de Harvard, han descubierto un tipo totalmente nuevo de reproducción biológica. Según los nuevos hallazgos publicados en la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences»(se abrirá en una nueva ventana), unas máquinas diminutas denominadas xenobots pueden reproducirse ahora de una manera nunca antes vista en plantas o animales conocidos por la ciencia. Tal y como comentó a «Forbes»(se abrirá en una nueva ventana) el informático y autor principal Josh Bongard, de la Universidad de Vermont: «Las personas han filosofado sobre esta cuestión desde siempre. Sin embargo, ahora podemos hacer experimentos para crear máquinas biológicas, o máquinas que crean biología y que a su vez crean máquinas».
Aprovechar el poder de los robots autorreplicantes
Allá por 2020, el equipo de científicos utilizó la inteligencia artificial en un laboratorio para crear los xenobots a partir de células de rana. Las simulaciones de miles de millones de formas corporales mostraron que una forma similar a la de Pac-Man, del videojuego clásico homónimo de los años ochenta del siglo pasado, generaba los mejores resultados para garantizar que los xenobots pudieran crear más. La figura de Pac-Man, con una boca grande, pude utilizarse para construir otros xenobots. Con menos de un milímetro de ancho, nadan mientas reúnen cientos de células individuales para recopilar versiones más pequeñas de sí mismos en sus bocas. En solo unos pocos días, estos xenobots más pequeños pueden crecer hasta adquirir su tamaño adulto. Luego, estos nuevos xenobots pueden salir, encontrar células y hacer copias de sí mismos una y otra vez. Michael Levin, coautor del estudio, catedrático de Biología y director del Allen Discovery Center de la Universidad Tufts, declaró a la CNN(se abrirá en una nueva ventana): «Me sorprendió. Las ranas normalmente se reproducen de una forma, pero cuando uno… libera (las células) del resto del embrión y les da la oportunidad de descubrir cómo estar en un nuevo entorno, no solo hallan una nueva forma de moverse, sino que parece que también descubren una nueva forma de reproducirse». «La mayoría de la gente piensa que los robots están hechos de metales y cerámica, pero no se trata tanto del material del que está hecho un robot, sino de lo que hace, que es actuar por su cuenta en nombre de las personas —explicó el doctor Bongard—. En ese sentido, es un robot, pero también es, obviamente, un organismo creado a partir de células de rana no modificadas genéticamente».
¿Por el bien de la humanidad?
¿Debería preocuparnos la biotecnología autorreplicante? ¿Podrían descontrolarse los xenobots? En absoluto, porque todos están en placas de Petri, son fáciles de destruir, biodegradables y están regulados por expertos en ética federales, estatales e institucionales. «Estamos trabajando para comprender esta propiedad: la replicación. El mundo y las tecnologías están cambiando con rapidez. Es importante para la sociedad en su conjunto que estudiemos y comprendamos cómo funciona esto», comentó el doctor Bongard en una nota de prensa(se abrirá en una nueva ventana) del Instituto Wyss. Los xenobots todavía no pueden comercializarse. Sin embargo, los posibles beneficios son muchos y variados, desde la administración segura de fármacos en humanos hasta la limpieza de los océanos.