Conozca a su gemelo digital, una versión virtual de sí mismo
¿Ha pensado alguna vez en crear su propio gemelo? Y aunque lo haya hecho, ¿ese gemelo iba a llevar una vida totalmente digital? Desde las ciudades hasta los hogares, vivimos en un mundo de réplicas digitales. El concepto fue tratado en 2021. «Un gemelo digital, como copia de una persona, tomaría —idealmente— las mismas decisiones que tomaría usted si le presentarán la misma información», escribió Jordan Richard Schoenherr, profesor adjunto de Psicología en la Universidad Concordia (Canadá), en «The Conversation». «Aunque tenemos tendencia a suponer que somos únicos y especiales, la inteligencia artificial (IA), con la cantidad de información suficiente, puede deducir nuestra personalidad, nuestro comportamiento social y nuestras decisiones de compra». Los gemelos digitales ya existen. Gracias al internet de las cosas, la robótica, la IA y la automatización, mejoran la eficacia y fiabilidad de muchos sectores, desde la fabricación hasta la asistencia sanitaria. Por ejemplo, un paciente virtual es el modelo digital de un organismo humano que se utiliza para probar fármacos y tratamientos. Los elevados costes de los ensayos y las cuestiones sobre bienestar animal ya no suscitarán grandes preocupaciones. Los gemelos digitales de órganos humanos también están de camino. Algún día, un corazón virtual podría salvar a la versión real de su corazón.
Dobles digitales a la vuelta de la esquina
En el caso de los seremos humanos, todavía no hemos llegado a ese punto. «Un gemelo digital humano incorporaría una cantidad enorme de datos sobre las preferencias, las inclinaciones y los comportamientos de una persona, y sería capaz de obtener información sobre el entorno físico y social inmediato de un usuario para realizar predicciones», añadió el profesor adjunto Schoenherr. «Estos requisitos implican que la creación de un verdadero gemelo digital sigue siendo una posibilidad remota para el futuro cercano». Aunque no deberían tardar mucho en llegar. Rob Enderle, analista tecnológico de renombre, comentó a la BBC que las primeras versiones de gemelos digitales humanos inteligentes llegarán «antes del final de la década». Y explicó: «Su aparición requerirá una gran cantidad de reflexión y pensamiento ético, ya que una réplica inteligente de nosotros mismos podría resultar increíblemente útil para los empresarios. Imagine qué ocurriría si su empresa crease un gemelo digital de usted y le dijera “Oiga, tiene un gemelo digital al cual no le pagamos ningún salario. Entonces, ¿por qué seguimos empleándolo a usted?”». Sandra Wachter, profesora adjunta e investigadora principal en Derecho y Ética en Inteligencia Artificial, Datos Masivos y Robótica en la Universidad de Oxford (el Reino Unido), entiende esta fascinación: «Nos recuerda a una emocionante novela de ciencia ficción, pero, ahora mismo, este concepto no va más allá». Añade que, para saber si una persona «logrará sacarse la carrera de Derecho, se pondrá enferma o cometerá un delito, seguiremos dependiendo del concepto de “naturaleza frente a educación”, aún objeto de discusiones. Dependerá de la buena o la mala suerte, de los amigos y la familia, de su contexto y entorno socioeconómicos, así como, por supuesto, de sus decisiones personales». La profesora adjunta Wachter explicó que la IA todavía no dispone de las capacidades suficientes como para predecir estos «acontecimientos sociales aislados, debido a su complejidad inherente. Así pues, todavía queda un largo camino por recorrer hasta que podamos entender y modelizar la vida de una persona de principio a fin, suponiendo que llegue a ser posible».
Gemelos digitales inteligentes, ¿y luego?
¿Y después de los seres humanos? ¿Tal vez la Tierra? ¡Eso sí que es ciencia ficción! Recordemos la iniciativa Destino Tierra. En ella, la Comisión Europea colabora con la Agencia Espacial Europea para crear un gemelo digital de nuestro planeta. Una réplica digital completa estará lista en 2030.
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