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A Web Platform for Forecasting Species Climatic Vulnerability

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Una plataforma única cartografía la vulnerabilidad de las especies al cambio climático

El aumento de las temperaturas mundiales podría poner en peligro de extinción a las poblaciones de muchas especies. Por eso es importante evaluar su vulnerabilidad al calor en las regiones que habitan, una información que, en la actualidad, es limitada.

Cambio climático y medio ambiente icon Cambio climático y medio ambiente

«El cambio climático no va a afectar a todas las poblaciones de especies a la vez, sino que afectará primero a las más vulnerables de cada especie», explica Agustín Camacho Guerrero, antiguo investigador del Departamento de Ecología de la Conservación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid. «Por eso debemos saber qué poblaciones de especies se verán afectadas cuando se expongan al aumento de las temperaturas ambientales. En particular, necesitamos esta información de todas las zonas geográficas donde existen estas especies». «Para que este conocimiento sea procesable, hacen falta mapas precisos tanto de las temperaturas ambientales como de la tolerancia térmica de las especies, es decir, las temperaturas máximas que pueden soportar. De este modo, podremos saber qué poblaciones tienen más probabilidades de ver su tolerancia superada en un lugar determinado».

Una plataforma mundial para cartografiar la resiliencia de las especies

La plataforma VULNERAWEB, construida desde cero en el marco del proyecto, coteja estos datos para elaborar mapas predictivos mundiales de especies vulnerables. Estos datos pueden ser utilizados, por ejemplo, por los gestores de reservas naturales u otras entidades que reciban fondos públicos para proteger la biodiversidad. Camacho, cuya investigación se llevó a cabo con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, comenzó cotejando los datos de tolerancia térmica mediante la revisión de la bibliografía científica sobre el mayor número posible de especies. Entre ellas había peces marinos, artrópodos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Sin embargo, los científicos miden la tolerancia térmica de diferentes maneras, que no siempre identifican las temperaturas máximas a las que las poblaciones de las especies son viables. «En el caso de algunas especies, disponemos de datos completos sobre la tolerancia térmica. Para otras no tenemos nada, aparte de los lugares donde viven», explica Camacho. «Tuve que preparar y adaptar los modelos para tener en cuenta este hecho». También se llevaron a cabo numerosas pruebas de laboratorio antes del proyecto, durante las visitas sobre el terreno en las que participó.

Diferentes formas de medir la tolerancia térmica

Las mediciones de tolerancia térmica procedentes de la bibliografía científica se dividieron en tres grupos. El primero incluía experimentos en los que se elevaban las temperaturas hasta un nivel en el que el animal perdía la capacidad de locomoción. «Esto se denomina “máximo térmico crítico”», añade Camacho. Se realizaron comparaciones entre el «máximo térmico crítico» de peces marinos, artrópodos, anfibios y reptiles. En un segundo grupo, se registraron las temperaturas que marcan los límites del rendimiento fisiológico óptimo. «Incluso si un animal es capaz de moverse, una vez superado cierto nivel térmico superior, el animal empieza a consumir demasiada agua y energía», señala. En este grupo se incluyó a aves, mamíferos y lagartos. En un tercer grupo, la tolerancia térmica se identificó a partir del comportamiento animal, como el jadeo. Se compararon diferentes comportamientos dentro de un grupo de especies concreto: los lagartos. Para ver si alguna de estas diferentes medidas de tolerancia térmica era capaz de predecir las temperaturas más elevadas a las que las especies podían mantener las poblaciones, se compararon estas medidas con las temperaturas más cálidas registradas en toda la zona de distribución geográfica de cada especie. Se registraron las temperaturas máximas a la sombra, en un refugio a 10 cm bajo tierra o en rocas expuestas. «Son muchas pruebas», señala Camacho. Sin embargo, mientras que algunas medidas de tolerancia térmica fueron predictores mediocres de las limitaciones térmicas de los animales, otras funcionaron bien y, en particular, resultaron más útiles que la simple localización geográfica de las especies. La plataforma VULNERAWEB incluye en este momento a mil especies. «Consideramos que se trata de una base de datos “semilla” que puede ampliarse», añade Camacho.

Modelización del tiempo hasta la muerte

La temperatura máxima tolerable no es el único factor importante, también está el tiempo que los animales están expuestos a un calor estresante. Así que se compararon modelos teóricos sobre la disminución del tiempo hasta la muerte a medida que aumenta la temperatura con indicadores como la pérdida de locomoción y la evitación de fuentes de calor. «Esto crea varios mapas y modelos diferentes basados en estos parámetros térmicos diferentes», declara Camacho.

Palabras clave

VULNERAWEB, tolerancia térmica, cambio climático, calor, temperatura, mapa, biodiversidad, peces, artrópodos, anfibios, reptiles, aves, mamíferos, lagartos

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