Una tecnología de conversión de residuos transforma la industria del cuidado personal, gracias a productos sin residuos
Los productos higiénicos absorbentes (PHA), incluidos los pañales para bebés, las compresas femeninas y los productos para la incontinencia de adultos, son esenciales en la sociedad moderna. Sin embargo, su uso creciente ha supuesto un importante reto medioambiental. Representan entre el 3 y el 4 % del total de residuos sólidos urbanos y se consideran no reciclables, por lo que suelen acabar en vertederos o incineradoras.
Un planteamiento triple para la gestión de residuos procedentes de artículos de cuidado personal
«Para hacer frente a este problema, el equipo del proyecto financiado con fondos europeos EMBRACED desarrolló un modelo de biorrefinería integrada, innovador y pionero, que convierte los residuos de PHA en valiosos materiales y productos de origen biológico», señala Orsola Bolognani, socia del proyecto. Este planteamiento replicable, circular, económicamente viable y medioambientalmente sostenible se basa en tres aspectos clave. En primer lugar, se valoriza la fracción celulósica de los PHA usados para generar productos de origen biológico y biodegradables. En segundo lugar, se adopta un método en cascada en el que los flujos secundarios de los procesos de origen biológico se valorizan para aumentar la competitividad de los costes y la sostenibilidad medioambiental. En última instancia, se aplica un planteamiento de economía circular, que cierra el ciclo de las materias primas y minimiza el uso de recursos primarios mediante la colaboración entre todas las partes interesadas de la cadena de valor.
Tecnologías de pretratamiento y recogida inteligente
Para el éxito de este modelo es fundamental la recogida selectiva de los residuos de PHA procedentes de hogares e instituciones. El equipo de EMBRACED demostró la eficacia de este concepto mediante campañas de pruebas piloto en Ámsterdam (Países Bajos), París (Francia) y Verona (Italia), utilizando contenedores inteligentes para la recogida doméstica y un innovador servicio directo al consumidor para los centros sanitarios. A partir de estas campañas, el equipo realizó un análisis de escenarios destinado al plan logístico y de atribución necesario para recoger la materia prima que se precisa para la biorrefinería. «El primer paso en el proceso de biorrefinería es el pretratamiento mecánico, que recupera tres fracciones separadas de gran pureza para su posterior valorización: celulosa, plástico y polímero superabsorbente», señala Bolognani. En EMBRACED, se amplió y adaptó satisfactoriamente una planta de pretratamiento ya existente y se estableció un protocolo para garantizar la calidad del material.
Transformación de residuos de PHA en plásticos y abonos ecológicos
En el marco de EMBRACED, se demostraron dos cadenas de valor innovadoras. «La cadena de valor A convierte la fracción celulósica recuperada de los residuos de PHA en azúcares, que luego se utilizan para producir componentes básicos de origen biológico destinados a bioplásticos biodegradables y compostables», explica Bolognani. Estos se validaron para su uso en aplicaciones de envasado no alimentario y mantillo. Los subproductos y productos derivados orgánicos generados durante el proceso se validaron satisfactoriamente para la producción de biogás mediante digestión anaerobia y para la producción de compost de alta calidad destinado a la mejora y la regeneración del suelo. «La cadena de valor B también comienza con la conversión de la celulosa residual de PHA en azúcares, pero utiliza esta materia prima en un proceso biotecnológico para la producción de polihidroxibutirato (PHB)», comenta Bolognani. Esta cadena de valor ha logrado evaluar el potencial de valorización de los productos derivados del proceso biotecnológico para la formulación de biofertilizantes y bioestimulantes vegetales. Además, se evaluó el posible uso del PHB en aplicaciones médicas y en el desarrollo de biomateriales que aprovechen las propiedades del biopolímero para mejorar los índices de biodegradación y desintegración. «La labor de EMBRACED demostró el potencial de convertir residuos de PHA posconsumo no reciclables en valiosos componentes, materiales y productos de origen biológico con tendencias de mercado prometedoras», señala Bolognani. La disponibilidad de residuos de PHA como materia prima sostenible y de origen local resulta especialmente importante en el clima económico actual, perturbado por la pandemia COVID-19 y las tensiones geopolíticas. «A pesar de los retos, como los distintos costes de la energía y la fragmentación de la normativa, las actividades de EMBRACED son muy prometedoras para el desarrollo de biorrefinerías en Europa», concluye Bolognani.
Palabras clave
EMBRACED, residuos de PHA, biorrefinería, productos higiénicos absorbentes, economía circular, cuidado personal, biodegradable, plásticos, fertilizantes