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¿Podemos aprender de las películas a gestionar las emociones negativas en el trabajo?

Una nueva investigación afirma que los éxitos de taquilla pueden enseñarnos a lidiar con las emociones en el lugar de trabajo.

A veces, los equipos de trabajo fracasan porque no tienen la capacidad de adaptarse. Al examinar tres películas taquilleras con diferentes tipos de equipos y amenazas, los investigadores de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos) sugieren que las emociones negativas, si se utilizan adecuadamente, pueden ayudar a que los equipos se adapten en el trabajo. El estudio se publicó en la revista «Academy of Management Review»(se abrirá en una nueva ventana).

Consejos de Hollywood para un entorno laboral desafiante

James Summers, profesor adjunto de Administración y coautor del estudio, explicó en una noticia(se abrirá en una nueva ventana) de la Universidad Estatal de Iowa: «Todo lo que dice la bibliografía sobre "equipos de trabajo" es que la emoción debe gestionarse o regularse. Pero llega un momento en el que te encuentras en una situación en la que no vas a ser capaz de hacerlo. Así que, ¿cómo podemos cambiar algo discapacitante para que la gente actúe y tenga éxito?». En la película de drama histórico y épico de 1995, «Braveheart», el guerrero William Wallace lidera a sus diezmadas tropas escocesas hacia la victoria sobre el formidable ejército inglés. Estaban dispuestos a rendirse hasta que Wallace pronuncia un discurso apasionado(se abrirá en una nueva ventana) que convirtió el miedo de los soldados en ira. Summers añade: «Sabemos que la ira nubla nuestra capacidad de procesamiento cognitivo. En cierto modo, nos limitamos, pero eso no es siempre algo necesariamente malo, especialmente en situaciones como esta. No vamos a hacer que alguien que tiene miedo sea feliz. Pero puedes jugar en el mismo arenero de emociones». La película biográfica deportiva del año 2000, «Titanes, hicieron historia», muestra a un equipo de fútbol americano de un instituto estadounidense que también se aleja de las emociones negativas. Las tensiones crecen cuando hay jugadores de diferentes razas en el mismo equipo. El entrenador Herman Boone da un discurso de motivación(se abrirá en una nueva ventana) sobre unirse como equipo y aspirar a la perfección. La comedia negra policíaca y biográfica de 2013, «El lobo de Wall Street», demuestra cómo los equipos pueden fracasar a la hora de aprovechar las emociones negativas. Tras una investigación del FBI sobre la corrupción y el fraude, al corredor de bolsa de Wall Street Jordan Belfort se le aconseja que abandone su empresa y que pase desapercibido mientras los abogados intentan evitar que vaya a prisión. En medio de un discurso de despedida(se abrirá en una nueva ventana), Belfort se convence a sí mismo para quedarse cuando ve lo angustiado que está su equipo. La emoción inicial del equipo, la tristeza, se convierte en euforia. Esta decisión solo proporciona un alivio temporal, puesto que él acaba en la cárcel y la empresa se cierra.

Las alteraciones son habituales, así que todo consiste en adaptarse.

Summers explica:: «Durante mucho tiempo, el antiguo proverbio ha sido "Solo es un trabajo" o "Haz tu trabajo". Hace solo unos años que los lugares de trabajo han empezado a aceptar la función de las emociones. Todos debemos comprender el amplio abanico de emociones que la gente experimenta en el lugar de trabajo». Summers concluye: «Si alguien se retira o está teniendo un mal día, no lo ignore o se encoja de hombros: reconózcalo. Solo entonces puede ayudar a moldear esa emoción y convertirla en algo que sea funcional».

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