La inflamación del tejido adiposo afecta a la diabetes de tipo 2
Se sabe que la diabetes de tipo 2 está relacionada con la obesidad y la inactividad, pero la repercusión del estilo de vida y la alimentación se ve moderado por factores genéticos y no todas las personas obesas desarrollan la enfermedad o enfermedades concomitantes, como disfunciones orgánicas. Los cambios en el epigenoma asociados a la inflamación del tejido adiposo, que almacena energía en forma de grasa corporal, podrían ayudar a explicar por qué algunas personas obesas se vuelven diabéticas y otras no. «Creemos que parte de la respuesta [del organismo] al exceso de energía procedente de la comida basura está escrita en el epigenoma de las células adiposas», explica el coordinador del proyecto EpiFAT, Nicolas Venteclef, director de investigación del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) de Francia, en París. El proyecto EpiFAT ha sido financiado por el Consejo Europeo de Investigación. «Por encima del genoma está el epigenoma, que puede responder a factores ambientales. Dado que el epigenoma es sensible al exceso de energía derivado de comer en exceso, el tejido adiposo responde de forma “poco saludable” y favorece la diabetes de tipo 2 o las enfermedades concominantes», afirma.
Relación con la inflamación del tejido adiposo
«Existen dos tipos de obesidad. La que llamamos obesidad “saludable”, marcada por un bajo estado inflamatorio del tejido adiposo, y otro tipo de obesidad con inflamación y eventos sistémicos muy elevados —explica Venteclef—. Con una inflamación extensa en el tejido adiposo, no podemos regular adecuadamente la glucemia. Dado que la principal función del tejido adiposo es almacenar lípidos y glucosa en él, se produce un aumento de la glucemia». Continúa explicando: «Demostramos claramente que en la diabetes de tipo 2 con obesidad visceral e inflamación del tejido adiposo, los pacientes son propensos a complicaciones específicas, en particular esteatosis hepática y episodios cardiovasculares».
Modificadores epigenéticos
Ciertos mecanismos del epigenoma tienen el potencial de regular estos procesos inflamatorios y también pueden activar las células inmunitarias del tejido adiposo. Uno de los avances del proyecto fue la identificación de dos modificadores epigenéticos implicados en el control de la inflamación del tejido adiposo y que pueden ayudar a evitar la acumulación de grasa en algunas partes del cuerpo. Durante los tres primeros años del proyecto de seis años de duración, en los que se cartografió el epigenoma en roedores y se analizó cómo puede afectar el tejido adiposo inflamado a la salud de estos animales, el equipo demostró que estos modificadores influían en la expansión y el crecimiento del tejido adiposo. «Inesperadamente, nos dimos cuenta de que uno de los modificadores epigenéticos era muy específico para evitar la acumulación de grasa visceral (vientre). En cambio, se acumula en forma de grasa subcutánea. Esto protege en parte contra la enfermedad, porque sabemos que la grasa subcutánea no es tan patológica para la diabetes como la visceral», explica Venteclef. «No entendemos cómo funciona, pero es importante saberlo, porque si nos centramos en este modificador, al menos podemos cambiar la forma en que se acumula la grasa», afirma, y añade que este trabajo continuará en el marco del proyecto de seguimiento INTERCEPT-T2D.
Traducción al ser humano
En la segunda mitad del proyecto EpiFAT se pretendía trasladar los resultados obtenidos en roedores a los seres humanos, utilizando biopsias de tejido adiposo humano de miles de pacientes con diabetes de tipo 2. El equipo ideó métodos novedosos para analizar el tejido adiposo humano, como citometría de flujo y análisis del transcriptoma, con el fin de caracterizar la respuesta inmunitaria sistémica y tisular. La identificación precoz de los pacientes diabéticos con inflamación elevada es importante para poder prescribirles fármacos antiinflamatorios que eviten complicaciones y ayuden a controlar la enfermedad, añade. El metabolismo y el sistema inmunitario del individuo también influyen. «Entendemos por qué algunas personas son más sensibles a los excedentes energéticos o a la alimentación hipercalórica: se debe a que pueden tener células inmunitarias entrenadas en la grasa corporal que son sensibles al metabolismo energético—señala Venteclef—. Nos dimos cuenta, sobre todo en el caso del tejido adiposo, de que las células inmunitarias tienen que estar preparadas para enfrentarse a la grasa, pues de lo contrario “reaccionarán de forma exagerada” y afectarán a la función del tejido adiposo».
Palabras clave
EpiFAT, diabetes, epigenoma, inflamación, metabolismo, tejido adiposo, obesidad, glucosa, células inmunitarias