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Estudio de la migración bidireccional de los caballos durante el Pleistoceno Superior

Gracias a su análisis conjunto de los patrones migratorios de los caballos durante el Pleistoceno Superior, un equipo de investigadores occidentales e indígenas proporciona nuevos conocimientos de gran valor para la conservación de la fauna silvestre ante el cambio climático.

¿Cómo afectó el cambio climático a los caballos hace decenas de miles de años? Los caballos surgieron en América del Norte hace unos 4 millones de años y, más tarde, llegaron a otras regiones a través de un puente de tierra formado por cambios en el nivel del mar, que conectaba el noreste de Asia con el noroeste de América del Norte. No obstante, los caballos norteamericanos modernos descienden de linajes euroasiáticos traídos posteriormente por los europeos. Un equipo internacional de investigación, formado por dieciocho científicos indígenas de los pueblos lakota, sqilxʷ (suknaqin/pueblo okanagan), pies negros, dene' (pueblo athabascano) e iñupiaq, analizó muestras de ADN antiguas y modernas para investigar este proceso. Sus hallazgos(se abrirá en una nueva ventana) se han publicado ahora en «Science». Los investigadores, que contaron con el respaldo de los proyectos financiados con fondos europeos PEGASUS(se abrirá en una nueva ventana), Horsepower(se abrirá en una nueva ventana) y MethylRIDE, emplearon métodos científicos indígenas y occidentales, como la genómica y el análisis de isótopos, para analizar fósiles de caballo. Secuenciaron los genomas de sesenta y ocho ejemplares fósiles de caballo del Pleistoceno Superior procedentes tanto de América del Norte como de Eurasia (Alaska, Yukón y Siberia). «En este estudio sacamos el máximo provecho de las tecnologías más avanzadas de secuenciación de ADN, junto con los principios genómicos basados en el conocimiento científico lakota, para revelar una diversidad más completa de los linajes de caballos que habitaron estas regiones durante el Pleistoceno Superior», explica Ludovic Orlando, autor principal del estudio, en un artículo(se abrirá en una nueva ventana) publicado en «Phys.org». Orlando es director del Centro de Antropobiología y Genómica de Toulouse, un centro de investigación conjunta multidisciplinar respaldado por los proyectos PEGASUS, Horsepower y MethylRIDE, coordinados por el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y la Universidad de Toulouse.

Migración bidireccional

Los investigadores identificaron tres linajes distintos de caballos en América del Norte: uno al sur de las capas de hielo, otro en Alaska y Yukón y un tercero en el extremo occidental de Alaska. Se descubrió que el tercer linaje de caballos estaba genéticamente emparentado con poblaciones de Eurasia y que cruzó varias veces el puente de tierra que conectó América del Norte y Asia hace entre 50 000 y 19 000 años. La investigación también reveló que, en períodos anteriores, los caballos se desplazaron en la dirección contraria. Siguieron rutas costeras hacia el sur a lo largo del Pacífico, llegando hasta el noreste de China y dejando finalmente huellas genéticas tan al oeste como Anatolia y la península ibérica. En el Pleistoceno Superior, con el aumento de las temperaturas y un ecosistema mucho más húmedo, el puente terrestre desapareció y se interrumpió la conexión entre las poblaciones norteamericanas y asiáticas. Esto provocó la extinción de los caballos en su continente de origen, lo cual ayuda a explicar por qué los caballos norteamericanos modernos descienden de linajes euroasiáticos traídos posteriormente por los europeos. Los hallazgos de la investigación, respaldada por los proyectos PEGASUS (The makeup of the modern horse: a history of the biological changes introduced by human management), Horsepower (Horse Power: Interactions between China, Mongolia and the steppe 2000-0 BCE) y MethylRIDE (MethylRIDE: Charting DNA methylation reprogramming of Ice Age horses in the face of global climate change and extinction) destacan la importancia de los corredores ecológicos. Los corredores ecológicos favorecen el movimiento entre hábitats y contribuyen así a preservar la biodiversidad de grandes mamíferos, así como de las formas de vida que dependen o están vinculadas a ellos. La coautora del estudio, Jane Stelkia, una anciana del pueblo sqilxʷ, concluye: «En este estudio, snklc'askaxa (la nación del caballo) nos ofrece una enseñanza al recordarnos el camino que toda forma de vida sigue para sobrevivir y prosperar mientras avanza y cambia. Es hora de que nos unamos, de nuevo, para ayudar a la vida a encontrar las vías y los pasos que le permitan cruzar y moverse con seguridad». Para más información, consulte: Página web del proyecto PEGASUS(se abrirá en una nueva ventana) Sitio web del proyecto Horsepower(se abrirá en una nueva ventana) Proyecto MethylRIDE

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