Disminución de la concentración de plomo en aguas del Mediterráneo
En el curso de las investigaciones llevadas a cabo por el proyecto GEODYME, que cuenta con el respaldo del Programa Específico comunitario de IDT en el ámbito de las ciencias y tecnologías marinas (MAST), se ha detectado una disminución de la concentración de plomo en el Mediterráneo, debido fundamentalmente a un menor uso de aditivos de plomo en la gasolina y a un mayor consumo de combustibles ecológicos. El objetivo primordial de GEODYME (geoquímica y dinámica del Mediterráneo) consiste en obtener datos físicos y químicos que permitan detectar cambios en las características de las aguas profundas. Con estos datos, el equipo del proyecto espera poder conocer más a fondo los efectos de los cambios climático y medioambiental sobre el mar. En esta experiencia se controlaron parámetros como la temperatura, la concentración de sal o salinidad, los nutrientes y el contenido en oxígeno y metales traza del agua. El equipo del proyecto realizó la principal labor de investigación y recopilación de datos durante dos campañas llevadas a cabo en 1994 y 1995 por dos buques oceanográficos en el Mediterráneo occidental y oriental. Entre los objetivos primordiales del proyecto figuraba la cuantificación de las especies de fitoplancton más importantes. Dos nuevos métodos complementarios de análisis del fitoplancton fueron ultimados en el curso de dichos estudios. La comparación de los resultados del proyecto GEODYME con los obtenidos anteriormente pone de manifiesto que se está produciendo un aumento tanto de la temperatura como de la salinidad del Mediterráneo. Los investigadores señalan que esto puede deberse, respectivamente, al efecto de invernadero y a una reducción del volumen de agua dulce que descargan los ríos como consecuencia, por ejemplo, de la construcción de presas. El estudio ha detectado asimismo un incremento en los niveles de nutrientes, con un incremento de las concentraciones de fosfatos y nitratos del 0,4 al 0,5% anual. Esto corresponde a un aumento anual del 3% de la descarga atmosférica o terrestre en el mar desde principios de los años sesenta. Los investigadores temen que, si esta tasa de incremento continúa, la reducción de la concentración de oxígeno provoque pérdidas en la vida marina. El análisis de los perfiles correspondientes a los metales traza del Mediterráneo muestra un aumento anual del 6% para el zinc y el plomo y del 2% para el cobre y el cadmio entre 1960 y 1985. Desde entonces, sin embargo, la concentración de plomo en las aguas superficiales se ha reducido a la mitad. Esto se debe a la creciente utilización de carburantes sin plomo. Los resultados obtenidos en el proyecto hasta la fecha demuestran la importancia de este mar en la evaluación de la respuesta del medio marino a los cambios ambientales y permitirán conocer mejor los procesos que intervienen en ellos. Por otra parte, el Mediterráneo se podría utilizar como un dispositivo de alerta precoz que permita detectar las posibles consecuencias de estos cambios a nivel mundial antes de que se pongan de manifiesto en todo el planeta.