Detección de los hidratos de gas en los sedimentos oceánicos
Los hidratos de gas presentan una oportunidad como fuente de energía, pero también una amenaza, si el gas metano escapa a la atmósfera de la Tierra, donde intensificará el calentamiento global. Nuestro conocimiento de los hidratos de gas es limitado, pero el proyecto plurianual ANAXIMANDER intentó rectificar esta situación. Durante el proyecto ANAXIMANDER, los geólogos marinos del Instituto Ciencias del Mar (ICM) de Barcelona desarrollaron técnicas avanzadas para localizar y cuantificar las reservas de hidratos de gas. La formación de hidratos de gas se asocia a la actividad volcánica del lodo en el fondo marino. Por tanto, el ICM analizó los núcleos de sedimentos del Mediterráneo oriental en búsqueda de artefactos de lodo volcánico. Los científicos españoles relacionaron los incidentes volcánicos con características litoestratigráficas específicas que observaron en los núcleos de los sedimentos. Por ejemplo, al medir el número y la distribución de capas de brechas de lodo y detritos o las tendencias en el tamaño del grano, el ICM puede extrapolar el número, frecuencia e intensidad de los eventos de flujos de lodo. El microscopio de barrido electrónico (SEM) fue una parte integral de esta fase del programa de investigación ANAXIMANDER. El ICM aprovechó este conocimiento para establecer las reservas de hidratos de gas disponibles resultantes de la actividad volcánica de lodo local. Por último, se comprobó la metodología con núcleos de sedimentos adicionales del golfo de Cádiz, otra región con actividad volcánica submarina.